La peligrosa droga que usa ISIS para insensibilizarse, podría estar en Argentina
Según algunos especialistas no hay constancia directa del uso de Captagon en el país, pero tampoco lo contrario. no sería raro que alguna droguería lo estuviera introduciendo. Sus consecuencias.
Los yihadistas de Estado Islámico consumen una anfetamina que les ayuda a cometer atrocidades. Se trata de Captagon que es producida de forma clandestina en la frontera del Líbano y Siria y es de alto consumo en Medio Oriente. A pesar de no tener registros concretos de si esta droga existe en Argentina, los especialistas no lo descartan.
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"Pasó con el éxtasis y luego con las metanfetaminas. Nadie creía que vinieran a la Argentina y terminaron entrando", dijo en declaraciones a Diario Popular Marcelo Peretta, titular del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFyB).
Para este especialista "hay que asumir que existe el narco en Argentina y que hay un vínculo muy fuerte entre narcotráfico y producción farmacéutica".
De acuerdo con Voice of America, este estimulante sintético fue desarrollado en la década de 1960 para tratar la hiperactividad y la narcolepsia. Pese a haber sido prohibida en la década de 1980, la droga sigue produciéndose de manera clandestina en el Líbano, Turquía y sobre todo en Siria, llegando a ser la droga más popular en la región.
Reportes de prensa indican que los yihadistas del Estado Islámico recurren muy a menudo a dicha anfetamina "mágica", que aumenta su fuerza y destreza en la batalla, les otorga la impavidez y la brutalidad bestial con la que realizan sus atrocidades: violaciones, decapitaciones y crucifixiones.
Sin embargo, Voice of America subraya que el mercado real de la droga es Arabia Saudita, que la consume más que cualquier otro país. Por ejemplo, en 2011 fueron incautadas en el país 11 toneladas de anfetaminas, principalmente Captagon, frente a 9 toneladas en 2010. Según el servicio web Havocscope, el tráfico de drogas es un negocio de 6.100 millones de dólares en el reino saudita.
Lo preocupante es que la droga es usada incluso por chicos de 12 años y mujeres en la vida cotidiana. Esas píldoras ayudan, por ejemplo, a permanecer alerta durante los exámenes, perder peso o simplemente combatir el aburrimiento.
"Quien la consume se siente omnipotente, una especie de 'rey del mundo' y pierde la sensación de miedo", explicó Peretta que señaló que además inhibe el dolor.
Se presentan en forma de comprimidos por vía oral y ampollas inyectables que se administran vía endovenosa, directa o diluida en soluciones parenterales y cada dosis cuesta entre 5 y 20 dólares.
Por su precio, es muy accesible entre los jóvenes de medio y alto poder adquisitivo, que la usan mezclada con alcohol o marihuana para perder las inhibiciones.
"Actúa a nivel del sistema nervioso central y por lo tanto sus efectos son impredecibles dado que cada cabeza es totalmente distinta", dijo Peretta que afirmó que el más común de los efectos es la pérdida del juicio y de la memoria.
"Se desnudan, se pelean e incluso pueden tener relaciones sexuales y al día siguiente no recuerdan nada", explicó el facultativo.
Peretta destacó que Captagon es una droga de fácil acceso que aunque no está aprobada en Argentina por la ANMAT (órgano de control de alimentos y productos farmacéuticos), "se la obtiene por Internet con una tarjeta de crédito".