El gobierno de Al Assad atacó distintas posiciones de este temido grupo terrorista que pretende conformar un califato islámico en Siria e Irak. Más de la mitad son civiles.
La aviación del gobierno de Bacher Al Assad en Siria bombardeó diversos
puntos de la ciudad de Al Raqa, bastión de ISIS. De los mismos
resultaron al menos 53 muertos, 31 de ellos civiles, informó la agencia EFE.
Al
menos 33 personas fallecieron en un bombardeo contra una panadería de
Al Raqa. De ellos, veinticuatro son civiles y nueve son militantes del
Estado Islámico, informó la ONG Observatorio de Derechos Humanos de
Siria. Otros seis integrantes de la agrupación yihadista murieron tras
los ataques de la Fuerza Aérea siria contra un centro de entrenamiento
del EI.
Además, en otros ataques murieron otras
catorce personas: siete civiles y otros tanto cuya identidad aún estaba
por ser confirmada. El Observatorio señaló que la aviación
gubernamental tuvo como blanco el edificio del antiguo Departamento de
Finanzas local, que el EI usaba como tribunal religioso; el de la
Construcción y otros dos campos de entrenamiento de combatientes.
Las acciones del Estado Islámico provocaron algo impensado hasta hace un tiempo: lograr que EE.UU. y el regimen sirio estén, momentáneamente, del mismo lado. ISIS se ha convertido en un enemigo común de ambos por sus temerarias acciones
que amenazan tanto la estabilidad del gobierno de Bacher Al Assad, al
frente de Siria desde 2000 tras 30 años de gobierno de su padre, como la
situación de ciudadanos estadounidenses en Medio Oriente. El asesinato
de los periodistas James Foley y Steven Sotloff es una prueba de ello.
ISIS, un desprendimiento de Al Qaeda,
tiene como objetivo instaurar un califato islámico en territorios
sirios e iraquíes. La ciudad de Al Raqa, donde se llevaron a cabo los
operativos, es el feudo principal del EI en dicho país.