Se hizo esperar, pero un día su venganza llegó. Louisa Manning, estudiante de Oxford, tuvo la oportunidad de desquitarse con un antiguo compañero de colegio que solía hacerle bullying por su sobrepeso.
Alcanzaste el límite de 40 notas leídas
Para continuar, suscribite a El Ancasti.
Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
Acceso hasta 40 notas mensuales en el portal de El Ancasti.
Hace unos días Louisa se
encontró casualmente con su ex compañero y éste, sorprendido al encontrarla más
atractiva, la invitó a salir. Si bien en un principio ella se mostró
sorprendida por la invitación, después decidió aprovechar la situación para
tomarse revancha por el sufrimiento padecido durante años.
El
joven, cuyo nombre no fue revelado, se presentó a la hora de la cita en el
restaurante acordado. Sin embargo, no era precisamente ella quien lo estaba
esperando. En lugar de juntarse con él, decidió dejarle a un mesero una carta
con una foto suya cuando era niña para que se la entregara a su ex compañero.
Louisa
hizo pública su carta a través de Facebook y rápidamente cosechó más de 4.000
me gusta y cientos de posts, según consigna Buzzfeed. A continuación la carta
de Manning y la cordial respuesta del joven.Carta
de LouisaHey
[nombre borrado]Lamento
que no pueda reunirme contigo esta noche.
¿Recuerdas
el octavo grado, cuando yo era gorda y te burlabas de mi peso? ¿No? Yo sí pase
los siguientes tres años comiendo menos de una manzana al día. Así que decidí
evitar esta cena.¿Recuerdas
la uniceja de la que te burlabas? ¿Las piernas peludas que te disgustaban?
¿Recuerdas cómo cada día por tres años tú y tus amigos me llamaban Manbeast
(hombre bestia)? No, quizás no lo haces o no me habrías visto mi aspecto ocho
años después y considerado lo suficientemente atractiva para tratarme como un
ser humano.
Pensé
mandarte esto como un recuerdo. La próxima vez que pienses en mí imagínate la
chica en esta foto, porque ella es la que te plantó.
Louisa
Respuesta
y disculpas
Hey...
por cuanto signifique, yo realmente estaba aquí por la oportunidad de hacer
amigos, no solo porque eres atractiva. Supongo que me lo merecía y ciertamente
no te culpo por dejarme plantado.
No
puedo cambiar quién era hace ocho años y no voy a insultar tu inteligencia
pretendiendo que eso no paso, pero espero que me creas cuando digo que soy una
persona completamente distinta ahora. Solo puedo disculparme y desearte lo
mejor. Supongo que no escucharé de ti de nuevo, pero realmente digo con
convicción que espero que tengas todos los éxitos que mereces.