jueves 28 de marzo de 2024
La pandemia || con un colectivo del ministerio de transporte

El "Regreso a casa", una odisea: 51 horas de viaje desde Buenos Aires a Catamarca

Tres catamarqueños que quedaron varados en Nueva Zelanda volvieron el miércoles. No tenían agua ni les permitían comprar comida.

Por Redacción El Ancasti

Una verdadera odisea vivió un grupo de catamarqueños, tres integrantes, que salieron el pasado lunes desde Buenos Aires con destino a Catamarca, en un viaje de “regreso a casa” a través de un colectivo brindado por el Ministerio de Transporte de la Nación que tenía como destino final la provincia de Salta y que pasó por otros 8 destinos dentro del país, ya que compartían viaje con personas de Santa Fe, Córdoba, Mendoza, San Juan, Tucumán, por lo que paraba en cada provincia, recorriendo 2.834 kilómetros en total. Contaron que la falta de logística y coordinación por parte de los organizadores del viaje hicieron que deban recorrer una excesiva cantidad de horas y sufrir mal trato por parte de algunos controles en determinadas provincias, no los dejaron bajar en ningún lado e incluso les impidieron recibir agua o alimentos que les brindaban familiares que tenían en el camino. 
Emilia Suárez Breppe y Javier Segura Canil, pareja catamarqueña que viajó a Nueva Zelanda de vacaciones el 22 de febrero de este año y que tenía pasaje de regreso el 22 de marzo, pero que ante la pandemia quedaron varados allí con la imposibilidad de viajar hacia Argentina ante la suspensión de vuelos, fueron quienes relataron a EL ANCASTI cómo fue la odisea para regresar al país y a la provincia. Tras ver que la situación se tornaba cada vez más complicada por la pandemia, la pareja se contactó con cancillería argentina en Nueva Zelanda donde les tomaron los datos y los pusieron en un listado con prioridad para los vuelos de repatriación debido a que Emilia está embarazada.  Sin embargo, recién el 7 de junio pudieron regresar a Argentina en un vuelo de repatriación que debieron pagar $92.000 cada uno, prácticamente lo mismo que habían gastado por los 4 pasajes (ida y vuelta).

Viajaron el domingo pasado por 15 horas y fueron recibidos en Ezeiza por personal del Ministerio del Interior. Si bien, intentaron alquilar un vehículo particular a Catamarca, este les representaba un costo de entre $30.000 y $40.000. Además, desde la

Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT), quienes eran los que mantenían contacto con los varados para el regreso a sus provincias, les habían manifestado que no podían regresar de manera particular.

Recalcaron que el trato en el  hotel fue bueno, lo que falló fue la organización por parte de la CNRT  del viaje de regreso. Es que les avisaron media hora antes que un colectivo saldría para el “regreso a casa” hacia distintas provincias. Esto les impidió comprar provisiones, ya que no tenían permitido bajar en ninguna parte del camino a comprar alimentos ni agua. En ese colectivo venían, también, personas que habían regresado desde Brasil y Colombia. 

Así salieron el lunes por la tarde con la premisa de que no podían bajar en ninguna provincia, sin embargo solo les dieron agua en Córdoba. “En cada pueblo que pasábamos nos controlaban y estábamos media hora o una hora”, describió Emilia, quien contó que en Mendoza, por ejemplo, tampoco les dejaron recibir comida por parte de familiares de pasajeros que se bajaban allí. De igual manera, estuvieron varados en la ruta en el límite de San Juan toda la noche sin tener comida porque se habían cerrado los ingresos a la provincia y con el baño en pésimas condiciones. Recién en San Juan, los choferes se ofrecieron a comprar comida a los pasajeros. A Catamarca llegaron a las 21 del miércoles, donde señalaron que el trato fue bueno, ya que permitieron que familiares les dejen comida a quienes seguían el viaje. Finalmente, el colectivo llegó a Salta ayer alrededor de las 17, tras casi 72 horas de viaje.

“Lo que nosotros reclamamos es que ya hace más de un mes que se vienen haciendo este tipo de viajes y se podrían haberse organizado mejor. Aunque sea programar de darnos agua o avisarnos con anticipación para que nos organicemos y podamos comprar algo”, señaló Emilia. n

La diferencia con Nueva Zelanda

Nueva Zelanda es uno de  los países menos afectados por el COVID-19. Registró 1154 casos y 22 muertes, se cree que el 15 de junio estaría erradicado, ya que el 22 de mayo fue el último caso positivo registrado y tiene solamente a una persona hospitalizada. Emilia contó que los primeros 15 días fue el confinamiento más estricto aunque no se utilizaba barbijo y se permitían caminatas al aire libre. "Lo único sobre lo que se hacía hincapié era el lavado de manos y alcohol en gel", contó. Además, detalló que el Gobierno de Nueva Zelanda ayudó con alimentos y elementos de higiene a todos los extranjeros que quedaron varados.

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