viernes 29 de marzo de 2024
los alumnos plantearon sus reclamos

Una charla con las manos

Por Redacción El Ancasti

Gracias a la directora María Soledad que ofició de intérprete, Diario El Ancasti pudo charlar con algunos estudiantes de la Escuela Especial para Sordos "María Luisa Sesín”. Los estudiantes expresaron que se sienten discriminados y postergados, pese a que hoy por hoy existe un discurso de ‘inclusión, integración e igualdad de oportunidades’.

Sebastián Rodríguez, uno de los estudiantes, remarcó todos y cada uno de los citados problemas edilicios. "Yo quiero una escuela. Estamos esperando que arreglen la otra. Trabajé en la construcción de la Escuela Especial N° 10 y vi que quedó muy linda, pero me pregunto: ¿para cuándo una escuela para los sordos? Vemos que construyen e inauguran escuelas y nosotros seguimos esperando. Es como si las personas sordas no existieran porque no los escuchan. Al final, todo quedó en los sueños”, contó. 

Ariel Cor comentó que "todos los chicos -hoy estudiantes adultos- crecieron en la otra escuela. Ése era su lugar y hoy anhelan volver”.

Por su parte, Daniel Ponce contó que algunos chicos están en sus casas porque no pueden venir y, al mismo tiempo, indicó que necesitan de un espacio con comodidad. En estos casi 10 años, los estudiantes, niños y adultos esperan volver al edificio de calle San Martín y que se arregle todo el establecimiento y no solo una parte. Además, contaron que algunos de los estudiantes adultos tienen hijos sordos que también asisten a esta misma escuela. Es decir, no piden mejoras para ellos mismos, sino también para los más pequeños.

Miriam Catalá, docente sorda de esta escuela, expresó que los adultos extrañan la anterior escuela porque las aulas eran más grandes, el espacio era importante y allí sí se podía aprender. Hoy los espacios se prestan y algunas aulas están divididas por estantes.

Los estudiantes pidieron respeto para con la comunidad sorda e invitaron a las autoridades de la Provincia a visitar su escuela para que vean y comprueben por ellos mismos en las condiciones en que estudian.  También manifestaron su malestar porque aseguraron que el antiguo edificio escolar, de San Martín al 100, fue utilizado como depósito del Ministerio de Educación, hasta hace pocos meses. Al mismo tiempo, señalaron que al lado de este establecimiento se están refaccionando algunas aulas. Según recordaron, se efectuaron dos licitaciones, en estos años, para las refacciones. En junio pasado se les informó que en agosto de este año iban a estar terminadas, pero hasta ahora no hay novedades. 

Más allá del tiempo que llevan esperando, los estudiantes de esta escuela no pierden las esperanzas y alimentan sus ilusiones. Contaron que les gustaría mucho que la nueva escuela tenga un gimnasio, una sala de informática y un lugar para los talleres. Pidieron que su escuela tenga lo mismo que cualquier escuela donde asisten los niños y niñas oyentes. 
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