Un 13 de agosto, pero de 1925, nacía en el barrio porteño de Chacarita Carlos Salim Balaá, descendiente de inmigrantes sirio-libaneses, que más tarde se haría famoso bajo el nombre Carlitos Balá. Dueño de un humor sano e inocente, creó personajes, sketchs y frases inolvidables, que marcaron la infancia de varias generaciones de grandes y chicos argentinos.
Así quedó demostrado en las redes sociales, particularmente Twitter, que desde temprano se llenaron de saludos, recuerdos y anécdotas dedicadas al inventor del ¿Qué gusto tiene la sal?, Ea-ea-ea pe-pé y Sumbudrule, entre otros populares gags, y del recordado “chupetómetro”, donde los chicos dejaban su chupete.
Cabe recordar que, en 2017, en coincidencia con el Día del Niño y el cumpleaños de Balá, el artista Maximiliano Bagnasco pintó un mural en su homenaje en la calle Roque Pérez 4398, barrio de Saavedra. Sin embargo, al poco tiempo fue vandalizado con pintadas futboleras, que le recordaban su condición de hincha de Chacarita.
Encuentro entre Balá y Carlos Villagrán, "Quico".
De hecho, hoy el club funebrero saludó a Balá a través de su cuenta oficial de Twitter, agradeciendo sus “risas y afectos” junto con una imagen del humorista haciendo el clásico “gestito de idea” con su mano derecha.
En 2010 Balá fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la Legislatura porteña y un año más tarde recibió una Mención de Honor de parte del Congreso de la Nación Argentina, además de un Martín Fierro por su destacada trayectoria en radio, televisión -donde brilló con El show de Carlitos Balá-, teatro y cine.