jueves 15 de mayo de 2025
Editorial

Una demanda de más de 40 años

No hay que esperar que una tragedia ocurra, como estuvo a punto de ocurrir el miércoles, para que los vecinos de Pomancillo Oeste sean finalmente escuchados y se construya el puente que vienen reclamando desde hace más de 40 años.

La tragedia que no fue tuvo como protagonista a una docente de 47 años que quedó atrapada en medio del Río del Valle con su vehículo cuando intentaba cruzar el badén existente. Finalmente pudo salir por la ventanilla mientras el agua seguía subiendo y su vehículo era arrastrado por la corriente.

Una combinación de factores hizo peligrar la integridad física de la mujer. Por un lado, la falta de un puente por el que los vecinos de ese sector del departamento Fray Mamerto Esquiú puedan atravesar el curso de agua cuando crece el caudal, lo que sucede siempre en épocas de lluvias. Por el otro, la falta de una advertencia que impida el paso por el badén cuando la crecida del río llega a ciertos límites. Ayer, la mujer cruzó sin que nadie la alertara del peligro.

Por la noche otro vehículo, en este caso una camioneta de la empresa Aguas de Catamarca SAPEM, también quedó atrapada por el fuerte caudal. Recién después de este segundo episodio la Municipalidad de Fray Mamerto Esquiú tomó la decisión de inhabilitar el cruce expresamente, colocando material de base y evitando algún accidente pero también aislando a los vecinos.

Antes, en horas de la tarde, el municipio había advertido que el paso estaba inhabilitado desde hace casi dos semanas, pero la falta de señales respecto de esta prohibición de paso –según las autoridades municipales porque personas no identificadas las retiraron- restringe el alcance de la medida.

La solución de fondo es la que piden los habitantes de Pomancillo Oeste: la construcción de un puente, demanda que se transmite desde hace décadas de generación en generación, sin que la obra se lleve a cabo.

Hace un par de años se anunció que se iba a realizar una licitación con un presupuesto de 634 millones de pesos, y luego que la obra ya estaba preadjudicada y que comenzaría en un corto plazo. Pues bien, nunca comenzó.

Podrá argumentarse que desde fines del 2023 la obra pública ha sufrido un gran retroceso. La financiada por Nación prácticamente desapareció y las solventadas con fondos provinciales disminuyeron como consecuencia de la crisis económica y los efectos de la motosierra libertaria. Sin embargo, más temprano que tarde la obra pública deberá retornar, porque el sector privado solo financiará las que le aseguren rentabilidad. No es el caso, claro, de un puente sobre el río del Valle a la altura de Pomancillo Oeste.

Por esta razón, la construcción del puente debe pasar a ser prioridad en el listado de obras a ejecutar en el futuro para que lleven soluciones concretas, y de fondo, no parches circunstanciales, a problemas recurrentes.

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