viernes 29 de marzo de 2024
Crimen de Fernando

"Sentí hasta vergüenza, me da mucho dolor", declaró Guarino

Había viajado a Villa Gesell para veranear junto con los acusados. Máximo Thomsen, otra vez fue señalado.

"Vi a Máximo al lado de un chico tirado. Me imaginé que se estaban peleando de vuelta, y ya cansado, me fui. Porque habíamos ido de vacaciones a pasarla bien. Ellos ya se habían peleado en otras ocasiones", declaró Juan Pedro Guarino, el joven que había veraneado con los rugbiers y que fue imputado por el crimen de Fernando Báez Sosa y luego sobreseído.

De acuerdo con su testimonio, aseguró que sintió "hasta vergüenza" tras la agresión de sus amigos al joven. También declaró, como testigo en el marco del juicio que enfrentan sus ocho amigos por el ataque, que cuando vio a "Máximo Thomsen al lado de un chico tirado" supuso que "se estaban peleando de vuelta".

"Vi a Máximo al lado de un chico tirado. Me imaginé que se estaban pe leando de vuelta, y ya cansado, me fui. Porque habíamos ido de vacaciones a pasarla bien. Ellos ya se habían peleado en otras ocasiones", señaló Guarino, ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores.

El abogado Fernando Burlando le preguntó si luego del incidente, él había ido a comer al McDonalds del centro de Villa Gesell y Guarino aseguró que fue con Luciano Pertossi, uno de los acusados, pero que nada habló sobre lo que había pasado unos minutos antes del hecho por el cual éste último está preso y siendo juzgado.

Guarino fue el primer testigo de la décima primera jornada del juicio por el crimen de Báez Sosa. Aseguró que sintió "mucha vergüenza" y que le da "mucho dolor" la situación que presenció en la que estaban involucrados sus amigos. "Sigo teniendo tristeza, enojo, dolor, no poder creerlo", añadió.

A partir de preguntas del abogado de la familia de la víctima, el testigo dijo que se enteró de que habían matado a Fernando "a la tarde", cuando ya estaban "con los precintos" porque "lo dijo un policía".

Consultado sobre su relación con los detenidos, indicó que "no con todos tenía una amistad íntima", pero sí reconoció que era "amigo cercano" de Luciano y Ciro Pertossi, que Blas Cinalli fue compañero de colegio y que a Máximo Thomsen lo conocía de jugar juntos al rugby.

Ante las preguntas, Guarino dijo que volvió a la casa que compartía con el grupo de ocho imputados y Alejo Milanesi y que él se acostó en su habitación. "¿Cómo se enteró que habían asesinado a una persona?", repreguntó Burlando, y Guarino aseguró: "Yo me entero cuando estábamos ya a la tarde de ese día con los precintos y nos sientan en un banco, y ahí nos dice la Policía".

En tanto, agregó que estaba "muy enojado" y que cuando regresaron a la casa que alquilaban se encerró en su habitación. "No sé si enemistado, pero intenté cortar todo tipo de relación. Los días los tenía que pasar igual con ellos. Pude cortar cuando salí", sostuvo.

En un momento de la declaración, Guarino tuvo que incorporarse para señalar algunos videos en la pantalla de televisión que había en la audiencia y quedó posicionado frente a los acusados aunque en ningún momento los miró a la cara. "Seguí juntándome con mi grupo de amigos, ellos saben cómo soy yo y dentro de todo esto, fui a la psicóloga, me cambié de carrera", resumió el testigo.

"Quiero darle mis condolencias a la familia, que nunca pude hacerlo. Todos los días desde que pasó me pregunto si podía haber hecho algo para que no pasara, nada más", sostuvo. Esas últimas palabras fueron al terminar su declaración en una nueva jornada del juicio y cuando había solicitado "permiso" a la presidenta del Tribunal de Dolores para hacerlo.

“Buenos chicos”

"No los puedo definir por esta situación. Para mí son buenos chicos pero no tiene que ver con el suceso", definió Tomás Colazzo sobre los acusados de matar a Fernando Báez Sosa, en el marco de su declaración. Él estuvo con los acusados momentos antes del hecho y durante, aunque sí entendió que hubo una "pelea" pero no recuerda haber visto los golpes.

"En algún momento veo a alguien en el piso, y ahí le pongo el brazo a Máximo en el pecho y lo tiro para atrás. "Era una pelea, con piñas y patadas, lo que vi cerca mío fue a Máximo, a Ciro, pegar bien no vi a quien, no estoy seguro", acotó Colazzo, a lo que la querella le preguntó si por parte de Fernando Báez Sosa él vio alguna reacción: "no", cerró.

Detención y testimonios de los dos jóvenes sobreseídos que son testigos en la causa

Guarino y Milanesi fueron detenidos junto a los otros ocho acusados, en el allanamiento realizado en la mañana del 18 de enero en la vivienda en la que veraneaban en Gesell, e imputados como "partícipes necesarios" por el delito de "homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas". Ambos permanecieron alojados junto a los otros ocho imputados en la Comisaría Primera de Pinamar, hasta que el 29 de enero fueron trasladados junto a ellos a la alcaidía de la Unidad Penitenciaria de Dolores.

Tras participar en una serie de ruedas de reconocimiento y no ser identificados por ninguno de los testigos que intervinieron, la fiscal que llevó adelante la investigación, Verónica Zamboni, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 6 de Villa Gesell, solicitó su excarcelación al pedir la prisión preventiva del resto del grupo. Ambos fueron excarcelados el 10 de febrero de 2020, luego de que el juez de Garantías 5, David Mancinelli, respaldara el pedido de Zamboni.

En el caso de Guarino, el magistrado dispuso su sobreseimiento al momento de elevar a juicio la causa, en febrero de 2021, pero hizo un lugar a un planteo respecto de Milanesi, presentado por los abogados de la familia de la víctima, Burlando y Fabián Améndola, quienes entendieron que "si bien no hay videos que muestren" a este joven "pegándole a Fernando, ello no demuestra con el grado de certeza requerido para un sobreseimiento que no participó en un principio de la golpiza o inclusive del plan para darle muerte", por lo que solicitaban que su eventual responsabilidad penal se definiera en un debate oral.

Desde el inicio del juicio, Guarino no fue mencionado por ningún testigo, aunque fue reconocido por distintos peritajes de video como parte del grupo expulsado del boliche "Le Brique". En el caso de Milanesi, especialistas de la Policía Federal Argentina lo ubicaron en la audiencia del último jueves junto a los agresores de Báez Sosa, aunque precisaron que se encontraba "en una zona más alejada a la del altercado".

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