sábado 1 de noviembre de 2025
Guerra al narcoterrorismo

Penha y Alemao, cuartel general del Comando Vermelho

En esas favelas los criminales de otras regiones realizan prácticas de tiro y reciben formación.

La guerra entre la Policía de Río de Janeiro y los narcoterroristas de Comando Vermelho (CV), que dejó un saldo provisorio de más de 130 muertos en dos favelas de la capital del estado carioca, provocó entre otras cosas que en las últimas horas de este viernes se haya reforzado la seguridad para proteger a los turistas y vecinos de la zona. Además, las autoridades establecieron que varios narcos llegaron desde otras ciudades de Brasil para apoyar al poderoso grupo criminal.

Por su parte, el secretario de la Policía Civil, Felipe Curi, sostuvo que los complejos de Penha y Alemao -donde se llevó a cabo la operación-, se convirtieron en el cuartel general del Comando Vermelho a nivel nacional y en el centro de toma de decisiones para los demás estados donde opera esa facción.

"La investigación y la información de inteligencia demuestran que en los dos complejos se realizan frecuentes entrenamientos de tiro con armas de fuego, para que los delincuentes puedan formarse allí y regresar a sus estados de origen a difundir la cultura de la facción", aseguró.

En el enfrentamiento se movilizaron 2500 uniformados de la Policía Civil y Militar. Hasta el momento, perdieron la vida, al menos, 120 personas, según cifras oficiales. Constituido en los años 70 a partir del encuentro de criminales comunes y militantes de izquierda dentro de una prisión de Rio de Janeiro durante la dictadura militar brasileña, el CV es actualmente considerado una amenaza nacional y trasnacional.

En el megaoperativo, las fuerzas de seguridad emplearon drones artillados pero la banda narco no se quedó atrás, utilizando armamento militar para contrarrestar el avance de la Policía. Como resultado, los complejos de favelas Penha y Alemão, en la zona norte de la ciudad, fueron absorbidos por el fuego.

Además del estado de sitio y la parálisis social que se registró en todo el estado de Río de Janeiro, las calles quedaron tapizadas de cadáveres: imágenes que reflejaron cientos de cuerpos cubiertos con bolsas de plástico y pedazos de tela. Los cadáveres fueron extraídos de la zona de Vacaria, en la Serra da Misericórdia, donde se registraron los enfrentamientos más violentos entre la Policía y los narcotraficantes.

"Una carnicería”

Jorge Perren, cónsul argentino en Río de Janeiro, manifestó que el enfrentamiento entre la banda narco CV y la policía “fue una carnicería”. “Lo que parecía grave ahora ya es gravísimo: estamos hablando, extraoficialmente, de más de 160 muertos”. Sobre la situación de los compatriotas en la ciudad carioca, el funcionario detalló: “No hay argentinos, ni turistas ni residentes, involucrados en esta guerra”.

“Lo que vivimos acá es imposible de entender desde una óptica argentina, es decir, Río es una ciudad que tiene casi 15 millones de habitantes: una escala imposible de imaginar para todos nosotros”. “Lo más lamentable es que, entre los muertos, hay muchísimos menores de edad”, concluyó Perren.

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