Un grupo de 160 empleados de MOM Sports cumplió una semana de medidas de fuerza en reclamo por el pago correspondiente a octubre, entre otros incumplimientos. Se trata de los empleados que pertenecían a TextilCom que habían sido desvinculados en mayo por esa empresa. Ayer hubo una audiencia en la Dirección de Inspección Laboral con referentes del SOIVA y el Gobierno. Se había creado un régimen de subsidios especiales con el que el Gobierno respondía por casi dos tercios del sueldo de los empleados.
Según pudo conocer El Ancasti, al momento de ser contratados por MOM Sports el compromiso que aceptaron los empleados era que el pago sería semanal, pero este pago se hacía efectivo recién cuando se cumplía el mes de trabajo. Es decir, aquellos que ingresaron en agosto pudieron cobrar recién en la primera semana trabajada de septiembre.
La paciencia de los trabajadores llegó a su fin la semana pasada, ya que todavía no les depositaron los haberes de octubre. Ante esta situación, decidieron comenzar un paro desde el lunes 25 de noviembre. La medida, que reiteraron ayer, consiste en realizar huelga desde las 12 sin marcharse del lugar del trabajo pero sin efectuar tareas.
En este sentido, el directorio de la empresa textil comunicó a los empleados que el atraso en los pagos se debe a que el Gobierno “no depositó la ayuda prometida para los sueldos”. En octubre, el Gobierno le dio forma a un programa exclusivo para esta empresa, por el que se comprometió a subsidiar hasta $90 millones durante casi dos años con el objetivo de sostener los puestos de trabajo.
Ese programa especial, llamado “Plan de Reactivación Productiva”, se creó “con el destino único y específico de asegurar la continuidad de las relaciones laborales de los ex empleados de la razón social Textil.Com S.A., como así también de generar nuevos puestos de trabajo y contribuir al pago de las remuneraciones del personal bajo su dependencia”. Con esta herramienta, el Ministerio de Industria pagaría $450.000 por cada empleado hasta un máximo de 200 empleados, por los cuales la empresa deberá rendir cuentas dentro de los 30 días de recibido cada desembolso.
“Los fondos deberán ser destinados exclusivamente a los fines establecidos y el beneficio se extenderá por un plazo máximo de 20 meses”, determinó el Gobierno en aquel decreto firmado a fines de septiembre. MOM Sports se hizo cargo de los ex empleados de TextilCom con una planta de 132 trabajadores y para sostener este beneficio “deberá asumir el compromiso de no producir despidos sin causa de empleados contratados mientras dure la vigencia del programa, así como también deberá informar de modo fehaciente a la autoridad de aplicación cualquier cambio en la situación económica de la empresa”.
Cuando se anunció que MOM Sport se haría cargo de la planta, se señaló que esta era “una empresa que tiene espalda económica para afrontar este nuevo desafío”. El ministro de Industria, Sebastián Caria, había advertido que esta empresa se dedica a otro tipo de tejidos, por lo que esto requeriría “una nueva recapacitación para los empleados”.
El terreno, que forma parte del predio donde funcionaba la ex-Yersiplast, es propiedad de la Provincia y en agosto ya se había firmado el comodato y se había desalojado la planta para que MOM Sport comenzara a operar.