Más de 2.400 personas murieron y más de 10.000 sufrieron heridas como consecuencia de un sismo de magnitud 7,8 que sacudió en la madrugada de ayer el sureste de Turquía y el norte de Siria, donde hasta la noche de ayer, no se registraron heridos argentinos residentes, según los primeros informes oficiales.
Según la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía, el terremoto dejó en ese país al menos 1.498 muertos y unos 8.533 heridos y provocó el derrumbe de unos 2.834 edificios, lo que hace temer “un número aún mayor de víctimas”, consignó la agencia de noticias AFP.
En la lista de personas que quedaron bajo los escombros en territorio turco se encuentra el futbolista Christian Atsu, mediocampista de Hatayspor de la Superliga de Turquía y de la selección de Ghana, según indicaron medios locales.
El cónsul argentino en Estambul, Diego Álvarez Rivera, informó que por el momento no se registró ningún residente argentino víctima del sismo en Turquía y que todos los contactados del listado del Consulado “manifestaron estar en perfecto estado”.
En Siria, el potente terremoto causó al menos 810 muertos y más de 2.280 heridos, entre zonas bajo control del gobierno y las que están en mano de los rebeldes.
El Ministerio de Salud sirio informó de 430 personas muertas y 1.315 heridos en las zonas bajo control del gobierno en este país en guerra, mientras que los Cascos Blancos, que operan en las partes en manos de los rebeldes y fueron quienes se movilizaron en esas zonas, indicaron que hubo al menos 380 muertos y más de 1.000 heridos en esos sectores.
Integrantes de Cascos Blancos aseguraron que el número podría aumentar ya que “cientos de familias están bajo los escombros” y advirtieron que sus equipos sufrían “grandes dificultades” y necesitaban “material de rescate”.
Los Cascos Blancos aseguraron que la situación era “catastrófica” y llamaron a las organizaciones humanitarias internacionales a “intervenir rápidamente” para ayudar a la población local.
Hubo derrumbes de viviendas en varias ciudades, entre ellas Alepo (norte), segunda urbe de Siria, además de Hama (centro) y en Lataquia y Tartus, en la costa mediterránea.
“Ciento cuarenta y siete murieron y más de 340 heridos según un balance provisorio en la provincia de Idlib y los alrededores de Alepo”, en el norte del país, habían anunciado los Cascos Blancos en Twitter.
La ciudadela de Alepo y otros sitios arqueológicos de Siria quedaron dañados tras el sismo: “Partes del molino otomano del interior de la ciudadela de Alepo se derrumbaron y partes de los muros defensivos del noreste se agrietaron y se partieron”, indicó la Dirección general de las antigüedades y de los museos, en un comunicado.
El temblor se sintió a las 4.17 (23.17 hora argentina) y se produjo a una profundidad de 17,9 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Hubo decenas de réplicas potentes. El epicentro se situó en el distrito de Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, a unos 60 km de la frontera siria.n