jueves 28 de marzo de 2024
Cara y Cruz

Manzano en Catamarca

La designación de Alberto Kozicki como presidente del Fondo Fiduciario para el Transporte Eléctrico Federal aventó las dudas que comenzaron a circular sobre el impacto que tendría en Catamarca el encumbramiento de Sergio Massa como ministro de Economía, más que nada por la continuidad de Fernanda Ávila al frente de la Secretaría de Minería de la Nación.

Ávila, que pasó del ministerio provincial del área al gabinete nacional en la gestión como ministro de Producción de Matías Kulfas, no solo fue ratificada en el puesto, sino que acompañó a Massa en la expedición a los Estados Unidos. Con Kozicki, que deja el Ministerio de Agua, Energía y Medio Ambiente, la Provincia y el gobernador Raúl Jalil ocupan otro casillero importante a nivel nacional.

Otros interrogantes se abren paso ahora, vinculados con el negocio del litio catamarqueño. Massa y Ávila se reunieron en los Estados Unidos con los responsables de Livent, superada al parecer la tensión por las subfacturaciones.

Sobre estos movimientos se proyecta la sombra del exministro del Interior José Luis Manzano, figura vidriosa que dio nombre, con una frase memorable, al best-seller periodístico de Horacio Verbitsky de la década del ’90: “Robo para la Corona”.

La presencia de Manzano en el acto de asunción de Massa junto a su socio Daniel Vila generó todo tipo de comentarios, más allá de que ambos respaldan al tigrense por lo menos desde que en 2013 se impuso como candidato a diputado nacional en la provincia de Buenos Aires sobre el postulante kirchnerista Martín Insaurralde.

Ambos son propietarios de la distribuidora energética EDENOR, la mayor de Sudamérica, beneficiaria de multimillonarios subsidios del Estado nacional, pero los comentarios y especulaciones están más relacionados con el interés por ampliar su participación en la actividad litífera, para lo cual Manzano cuenta con la empresa Integra Capital.

Con esta firma, por ejemplo, entró en la compañía Latin Resources y se convirtió este año en su accionista individual más importante, con el 13,4%.

“La sociedad entre Manzano y Latin Resources se remonta a los acuerdos que firmaron años atrás ambas partes para explotar en forma conjunta las 70.000 hectáreas de Catamarca Lithium, en la provincia homónima en la Argentina”, informó el portal “Desarrollo Energético”.

Son siete propiedades mineras en Catamarca, que se suman a otras 77 mil hectáreas en la zona de Vilisman y Ancasti.

También tiene inversiones en Jujuy.

Los tanteos de Manzano para meterse en el esquema litífero catamarqueño vienen desde hace al menos tres años y al parecer cuenta con respaldos importantes en la provincia.

Estas incursiones se vienen manejando con inusual discreción, pues la política minera y específicamente todo lo relacionado con el litio, forma parte medular del discurso del Gobierno provincial.

La reserva, sin embargo, no debe llamar la atención.

Manzano es un personaje muy controversial, cuya sola mención basta para impregnar de sospechas cualquier escena. Costos de la fama ganada en los ’90, que lo decidió a desistir del ejercicio político a cara descubierta para dedicarse a negocios en los que las relaciones aceitadas en su época de gloria, durante el menemismo, le resultaron muy útiles para apalancarse.

El exministro, bien cerca de Massa, tiene anzuelos tirados para sacar provecho del oro blanco catamarqueño. Busca afianzarse en un terreno donde hasta el momento vienen avanzados los chinos. Pero no han de faltarle recursos y colaboradores, para posicionarse.

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