Al blanquear sus intenciones de presentarse como candidato a la intendencia de Fray Mamerto Esquiú por tercera vez en contra de lo que dispone la Carta Orgánica Municipal, Guillermo Ferreyra subrayó su condición de abogado.
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Al blanquear sus intenciones de presentarse como candidato a la intendencia de Fray Mamerto Esquiú por tercera vez en contra de lo que dispone la Carta Orgánica Municipal, Guillermo Ferreyra subrayó su condición de abogado.
"Quería poner las cosas en su lugar, porque lo que es inconstitucional es inconstitucional. Me he formado en la Universidad Nacional de Córdoba, me he recibido de abogado y he velado por las normas en su conjunto. En este caso el único que tiene la legitimación activa para realizarla soy yo, porque es el que ha transcurrido los dos mandatos. Nadie más puede iniciar la acción, solamente quien le afecta el derecho; y yo sentía que tenía afectado mi derecho constitucional de ser elegido y de elegir, porque yo me puedo elegir a mí mismo ", argumentó.
Es lógico que se inclinara por recordar su título académico. De haber priorizado su otra profesión, la política, se hubiera visto obligado a explicar por qué no elimina la cláusula “inconstitucional, nula e inaplicable” que le impide un tercer mandato a través de la reforma de la Carta Orgánica esquiudense, en lugar de acudir a la Justicia.
Quizás calculó que le resultará más difícil convencer a los vecinos de Fray Mamerto Esquiú que al juez Electoral Guillermo Cerda. La secuencia de los hechos abona esta presunción.
Astuto, Ferreyra. Presentó sigilosamente el recurso que impugnaba el orden jurídico del distrito que comanda el año pasado. Es decir que la jugada estaba en gateras mientras se desarrollaba el proceso electoral.
Raro que los concejales oficialistas no incluyeran en su propuesta la reforma de la Carta Orgánica, salvo que el abogado Ferreyra aún no hubiera advertido que el límite a las reelecciones es contrario a la Constitución, y por consiguiente no estuviera en condiciones de asesorar al político Guillo.
Cerda le dio la derecha en noviembre, poco antes de jubilarse: la Constitución Provincial, falló, tiene preeminencia sobre la Carta Orgánica Municipal, de modo que procede la re-reelección.
Sería interesante conocer la opinión que tiene el intendente sobre la postergada reforma de la Constitución provincial que promueve el Gobierno en el que se referencia, ya desde los tiempos de Lucía Corpacci, con el objetivo general de erradicar “privilegios de la política” entre los que se cuenta, precisamente, la reelección indefinida del Gobernador. Cuando Corpacci propuso avanzar con la enmienda, él era su secretario de Gabinete. Tampoco el abogado interpuso entonces objeciones al político.
La sentencia de Cerda, no obstante, abre la vía para que otros intendentes intenten un tercer mandato a pesar de lo que establecen sus Cartas Orgánicas: el tinogasteño Sebastián Nóblega, el santamariano Pablo Sánchez y el belicho Daniel “Telchi” Ríos, único radical del lote.
Es un derrotero de final incierto. La Corte de Justicia rechazó en 2011 las pretensiones de ir por un tercer período en Valle Viejo de Gustavo Roque “Gallo” Jalile. Postuló entonces a su hijo Jair, que cayó a manos de la peronista Natalia Soria. El “Gallo” recuperó las riendas de la comuna en 2015, para perderlas en 2019 con Susana Zenteno.
Obra el precedente de Eduardo Brizuela del Moral, habilitado para candidatearse por tercera vez a Intendente de la Capital en 1999, pero en ese caso no se le contabilizó el primer mandato, durante el cual se había sancionado la Carta Orgánica. Lo mismo ocurrió con Humberto Valdez en 2011, en Fray Mamerto Esquiú.
Ferreyra tiene todavía tiempo para impulsar la reforma en su municipio e inaugurar una nueva era. A diferencia del año pasado, ahora cuenta con el aval de una sentencia para sostener la necesidad imperiosa de eliminar los límites a las reelecciones y poner a su Carta Orgánica a tono con la Constitución provincial.
Una consigna irresistible: “Reelección indefinida para todes”.n