martes 5 de noviembre de 2024
Cara y Cruz

La razón provinciana

En vísperas de la discusión por el Presupuesto 2025, la conformación del interbloque “Provincias Unidas” en el Senado nacional prefigura la médula de un debate condicionado por la intransigente premisa “Déficit Cero” planteada por Javier Milei.

Lo integrarán seis legisladores: Carlos “Camau” Espínola (Corrientes), Edgardo Kuider (Entre Ríos) y Alejandra Vigo (Córdoba) de Unidad Federal; Juan Carlos Romero (Salta), de Cambio Federal; Edith Terenzi (Chubut), de Despierta Chubut, y Lucila Crexell (Neuquén), del Movimiento Neuquino, que trabajarán coordinados con los gobernadores Ignacio Torres, de Chubut; Martín Llaryora, de Córdoba y Rolando Figueroa, de Neuquén.

Independientemente de la mayor o menor sintonía que el grupo mantenga con la gestión libertaria, su objetivo es ampliar poder de fuego institucional para desmarcarse de los lineamientos políticos diseñados por la dirigencia del área metropolitana.

Podrían sumar nuevos miembros en adelante o podrían armarse otros polos parlamentarios similares, pero el movimiento sigue una dinámica que ha ido afianzándose en los casi diez meses que lleva Milei en la Presidencia: frente a la toxicidad e inestabilidad de la política bonaerense, replegarse sobre los territorios y operar en función de intereses provinciales y regionales.

Si bien los representantes del oficialismo catamarqueño aún se mantienen dentro de las bancadas peronistas, los principales dirigentes provinciales coinciden en la idea de que es preciso blindarse para resistir las pretensiones del kirchnerismo afincado en Buenos Aires de alinear a todo el peronismo con sus estrategias. Y aún sin el trauma de la ruptura con las bancadas peronistas, la mayoría de los parlamentarios peronistas de Catamarca votaron de acuerdo con este criterio en los puntos pertinentes de la Ley Bases y el Paquete Fiscal.

La irrupción de Milei precipitó un proceso de reconfiguración de la escena en el que la posición respecto de los comandos metropolitanos es central.

Las maniobras se acelerarán a medida que se aproximen las elecciones legislativas de medio término, con una disyuntiva que desafía tanto a los oficialismos como a las oposiciones provinciales: sostener y eventualmente acrecentar sus representaciones en el Congreso o cederlas a los devaluados líderes nacionales.

No se trata de adherir a Milei o no, sino de robustecerse frente a él que, con toda astucia, empodera a Cristina Kirchner distinguiéndola como antagonista. Sustraer de esa fractura los litigios provinciales e imponer una agenda relacionada con lo local y regional parece lo más conveniente en esta instancia. ¿Por qué regalarles al kirchnerismo o a los libertarios la posibilidad de aumentar su gravitación legislativa? ¿No es más razonable sumar legisladores claramente comprometidos con las políticas provinciales y regionales? Después habrá tiempo para definir qué se hace de cara a las Presidenciales de 2027, con las cartas que cada uno consiga.

El nuevo interbloque “Provincias Unidas” es un diseño interesante. Con seis integrantes de seis provincias diferentes funcionará como ariete de tres gobernadores y servirá también a los senadores que representan a la oposición de sus provincias para visibilizarse. Es el caso de Espínola, por ejemplo, que presidirá la bancada y pretende proyectarse para dar la pela por la Gobernación de Corrientes.

Lo sensato es multiplicar las opciones de juego, no cerrar alternativas antes de tiempo. Conviene recordar que este impulso de desligarse de la suerte metropolitana no empezó con Milei. El año pasado, la mayoría de los gobernadores desdobló sus elecciones provinciales de las nacionales, incluidos algunos de los que ahora reclaman lealtades.

Es evidente que no existe un poder con consistencia suficiente para articular a nivel nacional. La Argentina atraviesa un proceso de transformación en tal sentido tras un hecho incontrastable: Milei es producto del agotamiento de un esquema que contaminó las tensiones del área metropolitana a todo el país, con los resultados que están a la vista.

Posicionarse para participar en las mejores condiciones de tan incierto proceso es prioritario.

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