sábado 8 de febrero de 2025
Editorial

La profundización del odio

El presidente Javier Milei corrió el eje del debate económico en el Foro Económico de Davos para volver a atacar la agenda progresista que, según su criterio, obstaculiza su plan de Gobierno y perjudica al mundo. No solo fue el discurso en un escenario internacional en el que no tuvo tanta aceptación, sino que pocas horas después el Gobierno anticipó que profundizará medidas y eliminará aquella legislación que permitió garantizar derechos para la diversidad sexual y para discapacitados.

Milei llegó a la cumbre de Suiza empoderado por la asunción de Donald Trump en Estados Unidos y por el protagonismo del magnate Elon Musk en el gobierno norteamericano. Un año después de su incendiario primer discurso en ese ámbito, el Presidente podía mostrar el control de la inflación y el superávit, lo que garantiza siempre los aplausos de ese auditorio. Sin embargo, el centro de los ataques fueron el feminismo, el ambientalismo, la diversidad sexual en todas sus formas. Atacó a la Unión Europea, a los organismos de crédito y, con especial inquina, a los anfitriones de la cumbre de Davos.

Quedó claro que la batalla cultural que pretende ganar es la que más obstáculos le pone en el camino. “Hoy vengo aquí a decirles que nuestra batalla no está ganada, que si bien la esperanza ha renacido es nuestro deber moral y nuestra responsabilidad histórica desmantelar el edificio ideológico del wokismo enfermizo”, dijo al insistir contra la “ideología woke”, una designación despectiva que se impuso desde sectores de derecha y una estrategia para sostener antagonismos.

En el contexto actual, se refiere a una conciencia social y política con respecto a las cuestiones de justicia social, igualdad y discriminación, especialmente hacia grupos históricamente marginados como personas de color, mujeres, LGBTQ+ y otras minorías.

Frente a la certeza de que el éxito económico no alcanza a toda la población, el Presidente busca imponerse por el discurso del odio para lograr más aliados y no tuvo reparos en equiparar la homosexualidad con un delito como la pedofilia, información falsa que genera un fuerte rechazo social. Además, cuestionó la figura del femicidio, la pena que se puso en vigencia para castigar a los hombres que matan mujeres solo por el hecho de ser mujeres.

La virulencia en el mensaje no fue bien recibida en el foro internacional.

Cronistas que participaron en el evento relataron que los aplausos y la euforia fueron escasos. Es probable que esta reacción a su diatriba lo haya enervado. Sus voceros anunciaron de inmediato un paquete de leyes en línea con el discurso.

Según trascendió, el Gobierno trabaja en un proyecto, al que denominó “igualdad ante la ley” y que intentará impulsar en el Congreso a partir del 1° de marzo próximo, con el que buscará derogar todo tipo de cupos y leyes “que tengan que ver con discriminación positiva”. Entre ellos, los cupos laborales para personas trans, los documentos no binarios e incluso el femicidio como agravante penal.

Así, el Gobierno nacional toma su tiempo para correrse de la agenda económica y profundizar la polémica que genera su batalla contra el feminismo y la diversidad sexual.

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