La reaparición del ex intendente de Andalgalá José Perea para respaldar la candidatura del gobernador riojano Ricardo Quintela a la presidencia del PJ nacional es un indicador de decadencia.
La reaparición del ex intendente de Andalgalá José Perea para respaldar la candidatura del gobernador riojano Ricardo Quintela a la presidencia del PJ nacional es un indicador de decadencia.
Quintela ha llevado a La Rioja al “default”.
Hace dos semanas, la justicia de Nueva York ordenó a la Provincia a pagarle 40 millones de dólares a los tenedores de los Bonos Verdes que emitió a nivel internacional, cuyo pago interrumpió en febrero, y le fijó una multa por cada día que pase sin cumplir la sentencia. La Rioja quintelista puso en circulación este instrumento financiero en 2017, para financiar la construcción de un parque eólico. La sentencia neoyorkina consignó que “La Rioja es la única provincia que no ha cumplido con sus obligaciones internacionales” de todas las que reestructuraron bonos no garantizados durante el período 2021, mérito de la administración quintelista al que se suma la cuasimoneda “Chacho”, también única en el país.
Perea dejó la intendencia de Andalgalá en 2011, tras dos mandatos caracterizados por el despilfarro de las regalías mineras que recibió por la explotación de Bajo La Alumbrera. El paso de Perea por la Intendencia coincidió con un ciclo en el que Catamarca experimentó un incremento exponencial de sus ingresos públicos debido a las rentas de Alumbrera y el aumento de la coparticipación federal y el flujo de fondos nacionales. Andalgalá, destinataria del grueso de las regalías, fue una especie de condensación del despilfarro y las malversaciones que caracterizaron la época.
Perea fue objeto de causas penales que consiguió sortear amparado en los fueros como senador que obtuvo desde 2011 vínculos políticos que pudo sostener, pero nunca más pudo hacer pie en el distrito al que la administración arbitraria de la riqueza minera le había permitido controlar. Un intento de reinstalarse con el partido municipal Compromiso y Participación Andalgalense en 2019 tuvo resultados penosos.
Acosado en La Rioja menos por el clan Menem que por la encerrona económica y social a la que llevó a Provincia, Quintela le ofrece ahora una oportunidad para reciclarse.
El malversador junta avales para que el “defaulteador” presida el PJ nacional. Es indicativo de que el aspirante a la conducción partidaria no haya conseguido nada más consistente para que le haga de ariete en Catamarca.
La línea todavía no tiene nombre, pero algunos justicialistas catamarqueños empezaron a llamarla “Vaciamiento”.
En la presentación, Perea destacó que Quintela “sostiene la doctrina del justicialismo, apoya las bases, es un gobernador que se puso firme y no se rindió frente al gobierno nacional. Dijo 'voy a defender a los jubilados, los docentes, la salud'. El Gobierno nacional ha buscado a algunos gobernadores que se la han hecho fácil. Hay gente en Andalgalá que la han dejado sin trabajo, por ejemplo en ANSES, Vialidad nacional y nadie dice nada, es un hombre que nos puede defender”.
Quizás por desconocimiento, el andalgalense omitió que Quintela sostuvo a los menemistas libertarios en las elecciones del año pasado con el objetivo, que logró, de partir el voto riojano opositor. Lástima que los Menem sean tan ingratos y ahora operen para Milei y para ellos mismos, de paso.
También evitó Perea referirse a que Quintela desdobló las elecciones provinciales riojanas de las nacionales, que no por doctrinario iba a ponerse en imprudente. Como la mayoría de los mandatarios, prefirió disociar su destino particular del peronismo nacional en caída.
Los traidores del peronismo catamarqueño, no tan doctrinarios, se hicieron en cambio cargo del lastre y concurrieron las urnas con sus boletas pegadas a la de la fórmula presidencial Massa-Rossi, cosa que no les impidió ganar por una diferencia de 30 puntos.