miércoles 26 de marzo de 2025
Editorial

El riesgo del ciberdelito

La clonación de tarjetas de crédito o skimming es el acto ilegal de hacer copias no autorizadas de tarjetas de crédito o débito. Esto permite a los delincuentes utilizarlas para realizar pagos, robando efectivamente el dinero del titular de la tarjeta y/o endeudándolo.

La clonación de tarjetas ha sido históricamente uno de los tipos de fraude relacionados con las tarjetas más comunes en todo el mundo, por el que se pierden 28.650 millones de dólares al año, cifra que se prevé que aumente a 38.500 millones de dólares en 2023, según TheNilson Report, el boletín comercial más prestigioso del sector de las tarjetas y el pago con dispositivos móviles

En Argentina, según publicó diario Perfil en junio pasado, el 11% de personas encuestadas manifestaron haber sufrido que su cuenta bancaria o tarjeta de crédito fuera robada y clonada. Especialistas afirmaron que en el 2023 el ciberdelito se consolidó como una verdadera industria profesional.

Catamarca no está exenta de este tipo de delitos. En marzo fue noticia el desbaratamiento de una banda dedicada a la clonación de tarjetas. El modus operandi era el siguiente: un empleado del Correo Argentino abría cuidadosamente los sobres, extraía las tarjetas, les sacaba una foto y se las mandaba a otra persona. Eso fue lo que declaró Paulo Silva, el empleado imputado quien manifestó que esta persona antes le propuso que buscara individuos que estuvieran dispuestos a pagar sus impuestos a un monto inferior. El trato era que de esas erogaciones Silva recibiera una comisión.

Con los datos de las tarjetas los estafadores realizaron operaciones que incluían el pago de boletas de impuestos y servicios y compras en negocios locales y de fuera de la provincia. Según las denuncias de los damnificados, en sus resúmenes de cuenta figuraban pagos, por ejemplo, de impuesto automotor a vehículos que no pertenecían a los damnificados.

La pesquisa realizada por la División Ciberdelitos determinó que además Silva vendía los datos de las tarjetas a bandas de Tucumán y Córdoba. Esta ramificación motivó que después de la detención de Silva pudieron ser identificadas dos personas. Se trató de la pareja tucumana integrada por Sebastián Mario Carabajal y Estefanía González. El hombre fue capturado en agosto y quedó a disposición de la Fiscal de Instrucción N° 7 Valeria Reyes. Días atrás se conoció que González en la vecina provincia y fue extraditada para su indagatoria.

Fue destacable la labor de los investigadores quienes poco tiempo después de las denuncias penales lograron identificar a los miembros de esta organización quienes ya se encuentran procesados a la espera del juicio oral.

El desmantelamiento de esta banda refuerza la necesidad continua de fortalecer la seguridad y la conciencia pública sobre las prácticas seguras en transacciones financieras. El ciberdelito, que se ha convertido en una industria profesional, exige una respuesta coordinada y eficiente para salvaguardar la integridad de las transacciones y la privacidad de los usuarios.

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