El poder de la palabra frente a las violencias cotidianas
El Consejo Provincial contra la Violencia llevó a cabo su quinto encuentro anual con participación interdisciplinaria.
"Las palabras son como armas: pueden salvar o pueden herir”, citó la directora provincial de Legal y Técnica de la Asesoría General de Gobierno, Steffy Crook, al abrir la V Jornada del Consejo Provincial para la Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia Familiar y de Género. El encuentro, desarrollado el martes pasado en el Cine Teatro Catamarca con el lema "El peso de la palabra: rompiendo las cadenas de la violencia de la guerra digital”, invitó a repensar los modos en que el lenguaje, los gestos y los discursos digitales pueden reproducir -o bien desmontar- prácticas de exclusión y maltrato, sobre todo hacia mujeres y disidencias.
Crook destacó que "la palabra no es neutra: vive, se transforma, crea, pero también puede destruir”. Por ello invitó a reflexionar sobre el poder que tiene en la construcción de vínculos saludables. "Si comprendemos cuál es el valor y el peso de la palabra, vamos a entender que también puede ser una herramienta para construir, para sanar y transformar esta realidad", afirmó.
La funcionaria también hizo referencia al triple femicidio ocurrido en La Matanza, que conmovió al país días atrás, y lo vinculó con la necesidad de fortalecer los espacios de prevención y acompañamiento. "No podemos dejar de mencionar los hechos recientes que nos han atravesado como sociedad. El asesinato de Lara, Brenda y Morena demuestra lo grave de la situación, lo doloroso de nuestra realidad y la importancia de que cada uno de nosotros, desde el lugar que ocupa, asuma el compromiso de unir esfuerzos y trabajar si realmente queremos obtener resultados", expresó.
La Jornada, que este año abordó la violencia simbólica y digital, contó con la participación de profesionales de los ministerios de Salud y Gobierno, Seguridad y Justicia, y de la Asesoría General de Gobierno. Las disertantes María Fernanda Seco, Paola Lorena Baigorria, Melina Felippa, Ana Paula Bize y Romina Zurita expusieron sobre la normativa vigente de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres con especial énfasis en la Ley Olimpia N° 27736, que protege los derechos de las personas en el entorno digital.
En su intervención, la asesora Romina Zurita describió las características de la violencia simbólica. "Se trata de patrones estereotipados, de mensajes, valores, íconos que transmiten o reproducen la dominación del hombre hacia la mujer y la subordinación de la mujer hacia el hombre. Esta problemática no solo perjudica a la mujer, sino a toda la sociedad". Explicó que esos mandatos también limitan a los varones, al ubicarlos únicamente en el rol de proveedores, "impidiéndoles manifestar sus emociones y empujándolos hacia modelos rígidos que pueden derivar en comportamientos agresivos".
Zurita también abordó la violencia telemática, aquella ejercida mediante tecnologías de la información y la comunicación, "con la intención de provocar un daño a una mujer, por ser mujer o por su género". Mencionó como ejemplos la difusión de contenido íntimo sin consentimiento, el acoso, la extorsión y el grooming. Tales prácticas -advirtió- "pueden causar graves daños en la salud mental y en la vida social de las víctimas".
En la instancia de reflexión, Zurita instó a derribar los estereotipos que perpetúan desigualdades. "Aún persisten ideas que reducen a la mujer a tareas domésticas o de cuidado cuando hace tiempo que trabaja junto al hombre en igualdad de condiciones", señaló. A la vez, remarcó que esas conductas, además de injustas, pueden generar consecuencias físicas, mentales y emocionales. "Lo importante es tomar conciencia y hablar de estos temas para erradicar la violencia”, sostuvo.
No reírse del chiste machista también es una toma de posición; es una forma de decir basta, una postura ante la violencia simbólica, una decisión ética y, sobre todo, una forma de compromiso. Es también educar con el ejemplo y, por encima de todo, una decisión de respeto.
La protección de los derechos humanos no tiene género
En este contexto, la jueza de Familia de Primera Nominación, Érica Saccher Maione, también participó en la Jornada. La magistrada respondió preguntas del público relacionadas con la violencia. Saccher Maione reflexionó sobre los avances en el reconocimiento de derechos de las mujeres y, a la vez, la necesidad de atender también las denuncias de violencia formuladas por varones, sin perder de vista las desigualdades históricas.
"Históricamente, las mujeres no tenían derecho a trabajar, a votar, ni siquiera a decidir sobre la crianza de sus hijos. El hombre era el dueño de la casa, de la mujer y de los hijos", recordó la jueza al trazar un recorrido sobre la lucha por los derechos conquistados por las mujeres. Destacó que ese proceso "ha transformado el rol de la mujer en la sociedad", pero advirtió que las nuevas exigencias y la persistencia de estereotipos generan sobrecarga de tareas y responsabilidades.
Al ser consultada sobre las denuncias por violencia realizadas por varones, la magistrada sostuvo que todos tienen derecho a denunciar y a recibir medidas de protección. "Cualquier persona que sufra una lesión o una vulneración de derechos puede ponerla en conocimiento de la Justicia y se otorgan las medidas protectorias respectivas: exclusión del hogar, prohibición de acercamiento o de contacto digital", explicó.
Saccher Maione enfatizó que "el derecho a la vida y a la protección de los derechos humanos no tiene género", aunque reconoció que "las políticas públicas y las leyes con perspectiva de género se centran especialmente en mujeres y grupos vulnerables porque han sido históricamente los más afectados en distintas esferas".