La jueza Julieta Makintach (47) recibió un nuevo revés por el escándalo del documental durante el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona. El jurado de enjuiciamiento dispuso ayer el apartamiento preventivo de la magistrada, que presentó su renuncia al Tribunal N° 2 de San Isidro que integraba pero aún no fue aceptada por el Gobierno bonaerense y el Senado bonaerense. La decisión del jury fue por unanimidad y ratifica la licencia compulsiva adoptada por la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Buenos Aires.
Más allá de que las dos medidas son similares, hay algunas diferencias. El apartamiento preventivo decidido por el jury está contemplado en la Constitución y es por tiempo indefinido. Mientras que la decisión de la Corte tenía un alcance de 90 días, que pueden ser prorrogables. De esta manera, Makintach quedó más complicada y el juicio político en su contra sigue avanzando. En un intento por eludirlo, la jueza había renunciado a su cargo, pero esa decisión debe ser aceptada por el gobernador Axel Kicillof y el Senado de la Provincia de Buenos Aires.
Horas antes de que los integrantes del juicio político contra Julieta Makintach resolvieran su suspensión definitiva como jueza, la magistrada presentó un escrito a través de su abogado, Darío Saldaño, en el que le solicitó al jurado que no haga lugar a su pedido de apartamiento. “La situación de licencia implica, de hecho, la imposibilidad de intervenir en expedientes, dictar resoluciones o realizar cualquier acto propio de la judicatura. En consecuencia, la finalidad que se dice perseguir con el apartamiento preventivo -impedir la continuidad en el cargo para evitar entorpecimientos o riesgos para el proceso disciplinario- ya se encuentra plenamente satisfecha", dijo en el documento.