Por Marcelo Carabajal
lunes 14 de abril de 2025
La víctima del femicidio no tenía las necesidades básicas cubiertas. El imputado Mario Carranza seguirá preso.
Fiscal Penal de Violencia Familiar y de Género, Alejandra Antonino.
Por Marcelo Carabajal
Solo debieron pasar algunos días para que se conozca que Alicia Suárez (40), víctima de femicidio, ni siquiera tenía para comer. Ella desayunaba y almorzaba con el acusado de asesinarla, Mario Eduardo Carranza (63), y no más que eso. Es decir, accedía a los alimentos a través de él. Tampoco tenía cubiertas sus necesidades básicas. No contaba con el servicio de energía eléctrica y apenas tenía tres colchones en su casa. Así lo detalló ayer la fiscal Penal de Violencia Familiar y de Género, Alejandra Antonino, quien investiga el suceso.
La representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) dialogó con la prensa luego de la audiencia de control de detención de Carranza. “El informe de autopsia de Alicia Suárez dice que era muy delgadita, que estaba desnutrida. Alicia se encontraba en una situación de extrema vulnerabilidad, privada de las necesidades básicas. Vivía en una casa que no tenía sanitarios, que no tenía luz, prácticamente no tenía muebles. Solo tenía tres colchones tirados en el piso. El señor (por Carranza) vivía en condiciones mucho más dignas y significaba para Suárez una nueva figura protectora que le permitía desayunar, almorzar, tal vez no sufrir frío, calor. (Es) una señora que ha sufrido desde que ha nacido hasta que le quitaron la vida”, aseguró Antonino.
La investigadora, además, dio detalles relacionados con la causa y del vínculo que tenían Alicia y el imputado. “La muerte de Alicia Suárez se produjo por el ataque que recibió por parte de Carranza. Existía entre ellos una relación de pareja y había una clara relación desigual de poder entre ambos. Fue una investigación muy ágil. Lo que nos queda por producir son simplemente pruebas que confirmen lo que ya tenemos. Se tomaron más de 15 testimonios. Logramos reunir una gran cantidad de pruebas”, indicó.
De acuerdo con lo que mencionó Antonino, “la relación no era de hace mucho tiempo, aparentemente, según dicen los testimonios que coinciden, cuatro o cinco meses. (Era) una relación no convivencial, se veían diariamente”. Además, Antonino destacó que Carranza todavía “no ha reconocido abiertamente el hecho” por el cual se encuentra acusado.
El viernes, la jueza de Control de Garantías N° 2, Cecilia Mas Saadi, confirmó la detención de Carranza. Ahora, será trasladado al Servicio Penitenciario Provincial (SPP) de Miraflores, Capayán, donde continuará encarcelado. En este sentido, Antonino advirtió que en el SPP se encuentra una ex pareja de Alicia, un hombre de apellido Bazán, con quien tiene dos hijos en común. Por esta razón, planteó que Carranza sea alojado en un pabellón diferente para evitar problemas entre ellos.
“Solicitamos que el señor (Carranza) reciba asistencia y seguimiento psicológico en el Servicio Penitenciario y también vamos a pedir que el señor sea alojado en un pabellón distinto del señor ‘Ruly’ Bazán. Es la ex pareja de Suárez, con quien tuvo sus hijos. Él también está detenido. Vamos a advertir de esa circunstancia al Servicio Penitenciario pidiéndole que los aloje en distintos pabellones y que controle las interacciones en los espacios comunes del Servicio Penitenciario para prevenir cualquier situación entre ellos”, cerró.
Por este suceso, Carranza está imputado por el delito de “homicidio doblemente calificado por mediar una relación de pareja y por haber sido cometido por un hombre en contra de una mujer en contexto de violencia de género (femicidio) en calidad de autor”.
El femicidio de Alicia ocurrió el 6 de abril de este año en barrio Altos de Choya, en la zona norte de la Capital. Se encontraba en un estado deplorable. La causa de muerte fue un shock hipovolémico masivo con hemorragia, producto de la herida cortante en el cuello.