El fútbol argentino dio ayer una nueva muestra de imprevisibilidad con la difusión de un fixture que reemplaza bastante al anterior que se había filtrado de la Superliga.
Se habían quejado varios dirigentes, entre ellos los de Lanús por tener que jugar tres partidos de visitantes. También había malestar porque algunos equipos debían viajar mucho más al Interior que otros.
El nuevo fixture adelanta el superclásico a la octava fecha, el 5 de noviembre, River-Boca en el Monumental. Además, la primera fecha arrancará el fin de semana del 25 al 27 de agosto, con San Lorenzo-Racing, Temperley-River, Boca-Olimpo e Independiente-Huracán.
En una primera decisión se había establecido que el torneo arrancaba el 18 de agosto.
Con los cambios las fechas de los clásicos quedaron así: en la décima, Racing recibe a Independiente en el Cilindro; en la 12ª, Rosario Central-Newell's; en la 15ª, Gimnasia-Estudiantes y en la 19ª, Huracán-San Lorenzo.
De todos modos desde la AFA o Superliga no lo confirmaron, por lo que no extrañaría que se vuelva a modificar. Además el fixture lo debe aprobar la seguridad.