Finalmente la novela del mercado de pases de River llegó a buen puerto.
Finalmente la novela del mercado de pases de River llegó a buen puerto.
Nicolás De la Cruz se transformará desde hoy en el sexto refuerzo del equipo, después de una espera que desesperó al DT y hasta al propio volante ofensivo uruguayo. “No es que estaba preocupado, pero sí ansioso. Porque el tiempo pasaba, las negociaciones no avanzaban y él quería jugar sí o sí en River. De hecho, en todo este tiempo adelgazó unos kilos, debe ser por los nervios...”, le contaron a Olé desde el entorno familiar de este joven de 20 años que ya armó las valijas para cruzar el charco.
Su mujer se anticipó a la jugada y ya lo felicitó en las redes sociales, donde subió una foto suya vestido con la banda. Y en Núñez lo esperan con los brazos abiertos.
“Me toca despedirme del Liverpool, el equipo que me abrió las puertas hace ocho años. Soy un agradecido a todos. Gracias y hasta la vuelta!”, escribió en su cuenta de Twitter el Bolita, apodo que heredó de su padre.
Lo cierto es que aguardó más de un mes para poder postear ese mensaje, ya que su futuro era una verdadera incógnita. Que lo compraban de Europa, que luego lo iban a ceder a préstamo a River. Hasta que en la última semana prosperó otra negociación: el de Núñez comprará una parte de su ficha (se habla de un 50%) y todos contentos. En particular, el que apretó el puño fue el propio De la Cruz, ya que una de sus prioridades era continuar en Sudamérica dado que en noviembre será padre de Catalina y quería estar cerca de su Montevideo natal.
Mientras aguardaba a que el destino jugara sus cartas, el hermano menor de Carlos Sánchez nunca dejó de entrenarse. Hoy se hará la revisión médica para luego firmar su contrato con River. Y ya liberado el cuarto cupo de extranjeros tras la salida de Mina, a De la Cruz se le allanó el camino, pese a que recién podrá jugar la Copa a partir de semifinales.