Daniel Orsanic, con la satisfacción de haber dado un paso trascendente en Glasgow, por la victoria sobre Gran Bretaña, reveló dotes de estratega prácticamente desconocidos en su función de capitán de Copa Davis de Argentina, y su próximo objetivo será nada menos que Croacia, el país donde nacieron su padre y su abuelo.
En ese contexto, el capitán de la nave en la que se embarcó la ilusión argentina en la ansiada Davis demostró que no le tiembla el pulso cuando toma una decisión, tanto en el armado del equipo como en la elección de cada jugador, con signos típicos de gran táctico, heredados acaso de su padre Branko, un ex formador de tenistas.
"Siempre tomo las decisiones que considero más convenientes para el equipo y respeto el momento de cada tenista. Argentina formó un gran grupo humano, unido detrás de un objetivo y no nos vamos a apartar de esa línea", comentó "Orsa" en una de las charlas que mantuvo con Télam durante la serie jugada en Glasgow.
El capitán tomó una decisión fuerte, consensuada con Juan Martín Del Potro, con quien mantiene una relación cercana de afecto, y así lo mandó a la cancha el primer día de la serie para poner de rodillas al mismísimo Andy Murray en su propia casa, y con el resultado puesto no queda otra que rendirse ante la evidencia.
"Su presencia en el dobles se debió a que queríamos cerrar la serie 3-0, pero no se logró. Del Potro tuvo un desgaste altísimo para ganarle a Murray y desde el mismo viernes sabíamos que no estaría el domingo, por eso incluí a Mayer, entero físicamente y con un plus cuando se pone la camiseta argentina", explicó Orsanic.
"El nivel actual de Del Potro me emociona. Tengo muy presente que en el verano pasado no podía ni siquiera entrenarse y ahora lo veo cada día mejor, con un crecimiento que no tiene techo, ya que tiene más para dar tenística y físicamente", expresó Orsanic.