Advierten que hoy "un millón de chicos se acuesta con hambre" en Argentina
"Lo privado no alcanza. La salud pública se nos cae a pedazos mientras la política gasta sin medida", advirtió Carlos Regazzoni.
El exdirector del PAMI, Carlos Regazzoni, cuestionó con dureza el manejo de los recursos públicos. “Un millón de chicos se va a dormir con hambre y al día siguiente va a la escuela”, advirtió, al tiempo que denunció que la Legislatura bonaerense gasta el doble que el Hospital Garrahan. En una entrevista radial, Regazzoni describió una situación sanitaria al borde del colapso. Afirmó que la salud pública “está en crisis desde hace años” y que la pandemia no hizo más que acelerar su deterioro. Según sostuvo, hay más enfermedades, más demanda, pero menos recursos, y el sistema “se transformó en una bomba de tiempo que terminó estallando”.
El Garrahan y la Legislatura bonaerense
Con el conflicto en el Garrahan como telón de fondo, denunció que ese hospital pediátrico clave funcionará este año con un presupuesto de 190 mil millones de pesos, el mismo monto que maneja la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Aún más impactante, la Legislatura provincial duplicará ese gasto con 300 mil millones. Para Regazzoni, esto revela una desproporción peligrosa: “Mientras discutimos si suben o no los salarios en el Garrahan, la Legislatura gasta el doble. Esa es la verdadera enfermedad de Argentina: la mala política”. El panorama en hospitales públicos se agrava con paros y protestas en centros como el Clínicas, el Posadas y otros del interior del país. “Hoy las obras sociales no mandan ambulancias y mucha gente que cae del sistema privado termina en hospitales públicos colapsados”, señaló.
También apuntó contra la descentralización sanitaria iniciada en los años noventa: “Las provincias no pudieron sostener el sistema y se llenó de clientelismo, corrupción y descontrol. Fue un desastre”. Regazzoni subrayó que la situación se vuelve todavía más grave cuando se analizan problemáticas estructurales como la salud bucal y la malnutrición infantil. Según indicó, el 4% de los jóvenes argentinos tiene menos de 20 dientes a los 20 años, lo que impide tratamientos con implantes. “La Argentina atraviesa la peor crisis de dentición de América Latina”, aseguró, y relacionó esta realidad con el aumento de la pobreza, el consumo de drogas y la falta de prevención en las escuelas.
Hambre y malnutrición
“El 35% de los chicos en escuelas públicas tiene sobrepeso, y hace más de dos décadas que los argentinos dejamos de crecer en estatura. Eso es malnutrición”, expresó. Además, alertó sobre el deterioro del esquema de vacunación: “Entre el 15 y 20% de los adultos no tiene cobertura contra el sarampión, a pesar de ser parte del calendario obligatorio”. Regazzoni también cuestionó la ineficiencia del sistema: “En Argentina, salvar una vida cuesta mucho más que en países como Brasil o Chile. Las ambulancias llegan tarde, se repiten estudios, y no hay historia clínica única. Todo eso se traduce en más muertes”. A pesar del diagnóstico sombrío, el médico sostuvo que Argentina aún tiene fortalezas: profesionales capacitados, tradición médica y estructura instalada. “Pero sin recursos, sin organización y sin control, no hay futuro posible”, advirtió, y cerró con una frase contundente: “Lo privado no alcanza. La salud pública se nos cae a pedazos mientras la política gasta sin medida”.