A los abultados intereses con los que trabaja el comercio usurero de las financieras se suma la ilegalidad con la que operan varios "comercios virtuales" de préstamos de dinero en efectivo, que utilizan las facilidades de estos tiempos de hiperconectividad para operar al margen de los controles oficiales.
Solo con visitar los cientos de páginas locales de la red social Facebook donde se promociona la venta de diferentes tipos de objetos, tanto bienes muebles como inmuebles, se puede observar la presencia permanente de "financieras virtuales" que ofrecen préstamos de dinero en efectivo con increíbles facilidades.
“Todos los días y en cualquier horario”, reza una de las invitaciones destinadas a empleados públicos y jubilados a tomar un préstamo de hasta $120.00. La condición es ser usuario del Banco Nación, ya que la cuota se debita. También aclara que la operación es sin veraz, facilitando aún más el acceso a quien haya quedado con algún tipo de morosidad en el sistema oficial.
Para acceder a este jugoso préstamo en efectivo solo hay que enviar un mensaje de whatsapp para pactar el encuentro.
Si el problema es el traslado, algunas financieras virtuales dan la posibilidad de ir a domicilio para realizar el trámite, otra de las gangas que ofrece el ingenioso comercio en pleno auge.
Otra de las súper promociones que circulan en la red está destinada a personas que cobran con Banco Nación o Banco Patagonia y también ofrece la posibilidad de retirar un préstamo sin someterse al veraz, con mínimos requisitos, aunque con la condición de que el solicitante sea un empleado activo.
Otras, un tanto más organizadas, ofrecen una aproximación de las facilidades de pago, proponiendo préstamos desde los $1.000 hasta los $30.000, con opciones que van desde las 3 hasta las 12 cuotas. Eso sí, en la mayor parte de los casos las cuotas no deben superar los 12 meses.
Sin embargo, hay opciones para todos los bolsillos y algunas ofrecen oportunidades de acceder a una cuota diaria o semanal por unos pocos pesos; aunque en la suma total el usuario de un crédito de este tipo terminará reintegrando el doble o el triple de lo solicitado.
Si bien algunas tienen como condición que el solicitante sea un empleado activo, otros buscan captar a los jubilados. Aunque las propuestas de facilidades económicas también tienen como destinatarios a beneficiarios de planes sociales, o beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
Aunque se atribuyen mínimos requisitos, al igual que algunas financieras, estos comercios virtuales, también solicitan información privada. Tal es el caso de la solicitud de ticket de movimientos bancarios, que si bien es información personal se ha convertido en un requisito indispensable a la hora de solicitar un préstamo.
Pese a la gravedad del requerimiento, no existe en la reglamentación vigente nada que establezca qué tipo de documentación puede o no ser requerida por estos comercios, y pasa a ser más una cuestión de razonamiento el entregar o no datos que permitan conocer a un tercero con qué ingresos cuenta y cómo maneja su sueldo.
Tasas
Si bien las tasas en las financieras llegan en promedio a tener hasta el 200% de interés según el plan de financiación por el que se opte, en estos comercios virtuales el interés no varía en demasía.
Por ejemplo si se solicitan $30.000 y se opta por un plan a 12 meses, el interés será de un 102% aproximadamente, con una módica cuota de $5.050. Al finalizar el préstamo el solicitante terminará devolviendo $60.600, poco más del doble del monto solicitado.
En cambio, si por ese mismo monto el solicitante opta por devolver el préstamo en 6 cuotas, el interés desciende en proporción a las cuotas y solo será de un 51%. Es decir que deberá abonar 6 cuotas de $7.750. Y es aquí donde ineludiblemente se deben tener en cuenta los ingresos. Entonces, un trabajador que recibe un salario mínimo vital de $10.000 deberá destinar el 75% de su sueldo durante medio año a pagar ese préstamo. Mientras que un trabajador con menores ingresos o bien un beneficiario de un plan social deberán acceder a pagar eternas cuotas para poder llegar a completar el compromiso.
Peligros
La diferencia entre las financieras virtuales o físicas no está quizás en la financiación -ya que las casas de préstamo manejan tasas promedio que van entre el 86 y 98%, mientras que las virtuales lo hacen en alrededor de un 100%-, pero sí en la forma en que operan.
En consecuencia, acceder a esta dudosa posibilidad de asistencia financiera inmediata liberará al solicitante de los gastos administrativos, impuestos de sello y demás, pero lo expone a que ante un problema no tenga siquiera un lugar físico al que denunciar ante el organismo competente.
Las tan anunciadas facilidades denotan ya de por sí el engaño, que se ve estipulado en la normativa que reglamenta y de la que se rige la Dirección de Defensa del Consumidor, quien hoy se encarga de los controles. Ni hablar de la falta de información sobre las tasas de interés con que trabajan, requisitos fundamentales de los que sí son objetos los locales financieros que tienen una cara visible en la ciudad y en el interior de la provincia. Menos aún hablar del pago de impuestos y otras formalidades que se requieren a los comercios. ¿Entonces también como podrá el organismo de control actuar?
Pese a los visibles riesgos de caer en estas engañosas facilidades, hay gente que accede ante la necesidad de cumplir con algún compromiso ineludible e inmediato.
Es por ello que si bien las promociones en las redes sociales empezaron siendo un par de aventurados a enganchar a algún posible necesitado de efectivo, luego terminó constituyéndose en un comercio que continúa ganando clientes. Amparado además por las facilidades para crear perfiles falsos y diversos en las redes.
Un comité fallido
En 2012 cuando el Gobierno provincial corroboró una serie de incumplimientos ante la proliferación de las financieras, tanto legalmente constituidas como aquellas truchas, creó el Comité Ejecutivo para la Erradicación de la Usura, que solo llegó a tener vida unos meses y las gestiones no pasaron más que a un pedido de informes.
En aquel momento “el órgano de control”, que estaba conformado por tres ministerios –Hacienda, Gobierno y Producción-. El decreto N°636/12, por el cual se creó, también estableció límites al costo financiero, estableciendo que no debería superar el 7% del costo financiero total del Banco de la Nación Argentina.
Por entonces, las casas financieras hacían estragos en la sociedad presa de la necesidad de hacerse de dinero en efectivo a costa del interés que sea. Hoy la población se ve expuesta una vez más, pero ya es otro el riesgo y es el que se ampara en la clandestinidad con la que operan muchas de ellas a través de redes sociales.