El oficialismo catamarqueño no oculta su regocijo por la buena relación que tejió, en poco más de dos años, con el presidente Mauricio Macri. Sobre todo porque el gobierno de Lucía Corpacci arrancó de la mano del kirchnerismo puro que le posibilitó en 2011 derrotar a un Frente Cívico y Social (FCS) que ya llevaba dos décadas en el poder.