La pelea entre el intendente de Capayán, Alfredo Hoffman, y los empleados municipales cesanteados sumó un nuevo capítulo. Ayer, los trabajadores sancionados y agremiados en el SOEM tenían previsto iniciar un paro en reclamo a la determinación del jefe comunal. Sin embargo, el municipio no les autorizó la realización de la medida al catalogarla como "ilegal".
La determinación del intendente llamó la atención, ya que en principio no la debe tomar el municipio, sino la Dirección de Inspección Laboral.
Ante esta situación, los trabajadores realizaron una asamblea y posteriormente se trasladaron a la Capital para manifestarse frente a Casa de Gobierno.
Por su parte, y en diálogo con Radio Ancasti, Hoffman adelantó que no dará marcha atrás con las sanciones.
En total son 10 los empleados que fueron sancionados por el intendente. La determinación es en base a las medidas de fuerza que comenzaron a mediados de mayo en reclamo de mejoras salariales.
Según el intendente, los trabajadores no respetaron la conciliación obligatoria impidieron el ingreso al Festival de la Mandarina, además de ingresar por la fuerza al Municipio y amenazar a las autoridades. La sanción es sin goce de haberes.
Los empleados tenían previsto realizar un paro por las sanciones, pero desde el municipio se le informó que la medida era declarada "ilegal" y que cualquier trabajador que "no cumpla con sus tareas habituales" se lo considerará en "abandono de trabajo" por lo que se lo sancionará con descuentos en sus haberes.
Ante esta situación, los empleados realizaron una asamblea y decidieron llevar la protesta a Casa de Gobierno para solicitar la intervención del Ejecutivo provincial.
En diálogo con la prensa, la secretaria general del gremio, Norma Cuesta, cuestionó la decisión del municipio de prohibir el paro y en ese marco, pidió la intervención de la gobernadora Lucía Corpacci.
"Nos venimos a manifestar a la Capital porque el intendente no da la cara", dijo Cuesta en relación con el pedido del gremio hacia el municipio para que revea la sanción.
"Son 10 familias que están en juego, que están sin el sueldo, ni obra social", aseveró la gremialista a lo que agregó: "Nosotros vamos a estar hasta las últimas consecuencias para que nos den una solución".
Por su parte, el intendente le quitó importancia al reclamo al afirmar que los movilizadores de la protesta "siguen siendo los mismos seis empleados que están con un sumario preventivo".
Hoffman desmintió a la gremialista al señalar que al ser sumarios preventivos, los trabajadores no pierden la obra social. En ese marco, aseguró que Cuesta "quiere confundir a la gente".
El jefe comunal aseveró que no dará marcha atrás con la medida, ya que esta no es la primera vez que el gremio "se excede en el reclamo".
"Estoy de acuerdo con que se pueda discutir un incremento salarial, pero esto se debe hacer hablando, pero no extorsionando", aseveró y añadió: "Los sumarios se hacen con pruebas, hay filmaciones, fotos y grabaciones, por lo que las cosas las estamos haciendo como corresponde".
"Perdió la elección por inútil"
Por otra parte, el intendente se refirió al pedido de suspensión en su contra que está en análisis en el Concejo Deliberante. Hoffman aseveró que está a disposición del CD y agregó que los concejales están al tanto "de todas las obras y actividades que realiza el municipio".
Por otra parte, el jefe comunal cuestionó al autor del pedido de suspensión, el concejal Juan José Ponce. "El concejal no sabe cómo ser la estrella porque está dolido de haber perdido la elección por inútil", lanzó.
En cuanto a los 400 contratos que denuncia Ponce que fueron otorgados y a los 15 días dados de baja, Hoffman no negó que sea cierto. "Nosotros hicimos contratos antes de las elecciones, lamentablemente por cuestiones políticas algunos entraron, otros no" (sic).
De igual forma, agregó que "a la gente la estamos conteniendo con contratos o becas".