Los concejales tinogasteños advirtieron que, para evitar el éxodo y fomentar la reactivación de las actividades agrícolas en todos los distritos aledaños, se requiere de un plan de trabajo donde se contemple una solución integral a la falta de oportunidades que hace que la gente abandone sus cultivos, viviendas y trasladen luego a centros urbanos en busca de mejores oportunidades. Al igual que San José, una localidad ubicada a 12 kilómetros de la cabecera departamental -reconocida en la zona por la calidad de sus tomates- existen cerca de 10 poblaciones aledañas con posibilidades de desaparecer. Se trata de: Cerro Negro, El Pueblito, Cordobita, Los Balverdi, Andaluca, La Isla, Costa de Reyes, Villa Luján, Las Higueritas, La Florida y Cachiyuyo (donde queda solo una familia).
El concejal Jorge Cerda (FCS) dijo que es una falencia de 2 ó 3 gobiernos atrás que no supieron atender a tiempo lo que sucedía y sostuvo que ahora depende de una fuerte decisión del Ejecutivo municipal. "Hay que incentivar a la gente para la vuelta al trabajo de la tierra, para lo que se requieren de obras hídricas; políticas para incentivar los cultivos como una fuente laboral rentable; colocar freno al ingreso de producciones de otros lugares que en la actualidad ingresan sin restricciones en desmedro de los productores locales; y trabajar en el eslabón de comercialización, en fresco y con valor agregado”, propuso Cerda.
Por su parte, la concejal María Eugenia Tale (FPV) habló de un plan que implique la cadena de comercialización que es el eslabón más complicado porque "no se puede ir dando soluciones y apagando incendios”. Y precisó que "en la producción hay que tener un plan impulsando una producción con colocación en el mercado local o externo."