Escapó durante una salida transitoria para estudiar abogacía.
Luis Fernando Iribarren, mejor conocido como “El carnicero de San Andrés de Giles”, es uno de los asesinos más temidos de la Argentina, y que acaba de fugarse de la cárcel. Iribarren se escapó de la Unidad Penal de Lisandro Olmos, vecina a La Plata, lugar donde este sábado iba a cumplir 29 años desde que ingresó tras haber sido condenado a cadena perpetua.
El asesino gozaba del régimen de salidas transitorias para ir a estudiar Derecho a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata. Pero el miércoles pasado, tras salir de la cárcel para asistir a clases, no regresó al penal y ahora es intensamente buscado por las fuerzas de seguridad.
Fernando Iribarren fue sentenciado a cadena perpetua tras haber asesinado a tiros a su padre Luis Juan Iribarren, de 49 años, a su madre Marta Langebbein, de 42 años y a sus hermanos Marcelo, de 15, y María Cecilia, de 9. A ellos los había asesinado mientras dormía, durante una madrugada de agosto de hace 38 años, cerró los ojos y les disparó con una carabina calibre 22. Para ocultar el asesinato los enterró a los cuatro en un chiquero de un campo ubicado en una zona rural de Tuyutí, un paraje que pertenece al partido de San Andrés de Giles, en el norte de la provincia de Buenos Aires.
Años después se tomo la vida de otra víctima, asesinando a hachazos a su tía, Alcira Iribarren, de 63 años. Recién tras ese último crimen lo detuvieron. Cuando la Policía lo capturó, Iribarren confesó haberla matado por piedad, ya que le "jodía que sufriera". Recién varios días después se descubrió que en 1986 había matado a sus padres y hermanos.
