Luis Alberto "Bebé" Zamora y José Roberto "Pelusa" Perea confesaron haber cometido el asalto a la distribuidora Quilmes, en el 2018 y fueron condenados en un debate abreviado que finalizó ayer al mediodía.
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Luis Alberto "Bebé" Zamora y José Roberto "Pelusa" Perea confesaron haber cometido el asalto a la distribuidora Quilmes, en el 2018 y fueron condenados en un debate abreviado que finalizó ayer al mediodía.
Ambos llegaron en libertad al juicio luego de que se les venciera la prisión preventiva, a fines del 2020. Debían responder por el delito de "robo agravado por el uso de arma de fuego".
El Tribunal de la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Segunda Nominación estuvo integrado por los jueces Silvio Martoccia y los subrogantes Rodrigo Morabito y Fabricio Gershani Quesada.
Al frente del Ministerio Público estuvo el fiscal Augusto Barros.
Zamora era defendido por Silvia Barrientos, en tanto que el abogado Roberto Mazzucco tenía a cargo la defensa del policía Perea.
En la apertura del debate, las partes comunicaron al tribunal que la intención de los imputados era hacerse cargo del hecho por lo que desistieron de los testigos.
Las partes escucharon la confesión de los imputados, tras lo cual el juez Martoccia le consultó a las partes si estaban en condiciones de pasar a la etapa de alegatos. La Fiscalía solicitó un cuarto intermedio para preparar la exposición.
A su regreso, el fiscal Barros relató los hechos y señaló las pruebas que incriminaban a ambos. También indicó que debía considerarse que ambos no tenían antecedentes penales.
Finalmente, solicitó una pena de 5 años de prisión para ambos.
Posteriormente fue el turno de la defensora Barrientos, quien manifestó que Zamora no volvió a delinquir tras haber estado detenido en el penal de Miraflores y que tiene una hija de corta edad.
En tanto que Mazzucco dijo de Perea que el robo del dinero "fue por una cuestión de necesidad familiar" y remarcó que durante su trayectoria como policía "fue intachable, sin sumarios".
Ambos defensores pidieron que se les imponga la pena mínima. Antes de pasar a deliberar, los imputados tuvieron la posibilidad de decir sus últimas palabras pero ambos optaron por guardar silencio.
Tras cuarenta minutos de deliberación los jueces ingresaron a la sala y dieron a conocer el veredicto. Perea fue condenado a una pena de 5 años de prisión, en tanto que Zamora recibió una pena más leve, 4 años y 3 meses. Ambos seguirán en libertad hasta que el fallo quede firme.
El 20 de octubre del 2018 según la instrucción de la causa, ambos sujetos se presentaron en el local de avenida Alem casi San Martín. Tras engañar a un empleado lograron ingresar vestidos de policías. Una vez adentro redujeron al hombre y a la dueña. Acto seguido se marcharon con $1.300.000 que cargaron en un bolso y se dieron a la fuga en una motocicleta.
De la investigación surgió que Perea se encontraba de servicio al momento de llevar a cabo el asalto. Habría dejado la moto policial en un lugar para utilizar la otra junto con su cómplice.
Cuatro días después fue identificado Perea, quien quedó detenido.
Según la pesquisa, el asalto se perpetró en una moto que fue secuestrada por la División Investigaciones. El rodado fue entregado a la Policía por una familia en donde Zamora la había dejado los días posteriores al hecho. Los dueños de la casa decidieron entregarla tras conocer que el sujeto, que se había marchado a Santiago del Estero, había quedado detenido.
Zamora fue capturado el 27 de octubre tras un operativo realizado en la ciudad santiagueña de Añatuya, en donde había buscado refugio en la casa de unos familiares.
"Bebé", en la indagatoria, buscó despegarse del hecho y responsabilizó a Perea.
Se despegó del hecho, le atribuyó la autoría al cabo José Roberto Perea y mencionó que él solo le prestó la moto.
En noviembre del 2020, la Cámara de Apelaciones resolvió otorgarles la excarcelación a ambos tras el vencimiento de la prisión preventiva pese a que la Fiscalía había pedido una prórroga extraordinaria.