martes 19 de marzo de 2024
Había sido solicitada por el director del penal

Negaron una salida deportiva a un condenado a perpetua

El Tribunal Oral Federal rechazó el pedido de un interno para salir a jugar un partido de rugby el sábado.

José César Rodríguez está detenido en el penal de Miraflores, cumpliendo una pena de prisión perpetua por un doble homicidio ocurrido en el departamento Santa María en 2013. Rodríguez integra el equipo de rugby de los internos y pidió permiso para una salida a disputar un partido, pero el Tribunal Oral Federal rechazó la petición.

La resolución del TOF fue firmada por el juez Enrique Lilljedahl, quien se opuso a la medida ya que la ley 24.660 en su artículo 56 bis establece "un régimen de progresividad más restringido para los condenados por ciertos hechos delictivos previstos en la citada norma y no estando dentro de las causales para conceder las salidas extraordinarias".

Rodríguez es parte del equipo Los Awkas, el cual está conformado por internos del penal de Miraflores en el marco del Taller de Rugby en Contexto de Encierro. El pasado sábado debían disputar un encuentro en la cancha de Catamarca RC como parte del Torneo Oficial "Guillermo Negro Paredes", organizado por la Unión Andina de Rugby. El permiso había sido solicitado al director del penal, en primera instancia, por el oficial que está a cargo del Área Deporte y Recreación, quien pidió la autorización para la salida de los jugadores. Acto seguido, Daniel José Coronel, director del Servicio Penitenciario Provincial, efectuó el planteo ante el TOF y fue el juez Lilljedahl que no hizo lugar a la solicitud.

El caso

El 25 de abril del 2017, José César Rodríguez fue condenado a prisión perpetua por el brutal homicidio de María Justina Flores (65) y Nery Ángel Santos (26), quienes terminaron desmembrados a raíz de la explosión de una bomba colocada por el sujeto en el capó de un automóvil que estaba estacionado en la cochera de una casa ubicada en la ciudad de Santa María, el 26 de septiembre de 2013.

El fallo fue unánime y contó con los votos de los jueces Juan Carlos Reynaga, Adolfo Guzmán (ahora jubilado) y el subrogante José Camilo Quiroga Uriburu, quienes declararon culpable a Rodríguez y lo sentenciaron a cumplir la pena máxima y a pagar una indemnización de $1.100.000 a la familia de Flores. En el fallo también se dejó sin efecto la demanda iniciada contra Yacimiento Minero Agua de Dionisio (YMAD), por supuesta negligencia, ya que los cartuchos de Gelamón habrían sido sustraídos del predio del complejo ubicado en Farallón Negro, en donde Rodríguez trabajaba como maquinista.

Flores era la madre de su expareja, una joven de 16 años, en tanto que Santos era un taxista. Ambos estaban en la cochera del domicilio de la mujer cuando se produjo la detonación de los explosivos que estaban en el capó de un auto Ford Fiesta.

Las sospechas sobre Rodríguez recayeron a partir de conocerse que existía una pésima relación con Flores, quien era la madre de su exnovia, que en ese momento tenía 16 años. La joven, tras un mes de noviazgo, había decidido ponerle fin a la relación, lo que implicó que el minero la asediara mediante mensajes de texto. "Me dijo que iba a ser mi peor pesadilla", explicó una testigo durante el juicio.

La joven relató que tenía conocimiento de que Rodríguez y su padre -también minero- sabían sobre explosivos y que años atrás habían abierto un camino en la montaña. n

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