La docente Luisina Vega sostuvo que el ataque fue premeditado y pidió la detención urgente del motociclista que la insultó y amenazó durante su huida.
En declaraciones a El Ancasti, la docente Luisina Vega reveló que recibió 11 puñaladas y aportó un nuevo dato considerado hoy como clave en la investigación: la participación directa de un segundo sujeto, quien habría actuado como apoyo del atacante principal y cuya presencia quedó registrada por cámaras de seguridad.
Vega relató que, mientras escapaba herida hacia el interior de la Escuela de Capacitación para Docentes, una segunda motocicleta se detuvo a metros de ella. Su ocupante —según su testimonio— la insultó, la amenazó y recriminó al atacante principal por “no haber consumado el hecho”. “Ese segundo sujeto estaba ahí, participó, me gritó cosas horribles y después se fugó. Está en las cámaras”, afirmó.
Las imágenes, que ya forman parte del expediente, confirmarían la presencia del motociclista que acompañó y respaldó la acción del agresor principal.
La docente contó que al salir del establecimiento observó dos motos y sintió un estado de alerta. Intentó resguardar su bolso, pero el agresor principal se le lanzó encima sin darle tiempo a reaccionar. La tomó del cuello, exhibió el cuchillo y comenzó a atacarla. Las primeras heridas fueron en los brazos, amortiguadas por su campera, pero las más graves se produjeron en la espalda, las piernas, la zona intercostal izquierda con perforación de un pulmón, la cabeza y el mentón.
Debido a la complejidad de sus lesiones, hoy será sometida a nuevas radiografías y estudios de alta complejidad.
Vega afirmó que, pese a que ya transcurrieron cinco días desde el ataque, ningún sumariante se presentó a tomarle declaración formal. Tampoco ha podido obtener una copia judicial o policial del hecho para presentar ante su ART y su lugar de trabajo. También denunció la falta de asistencia del área encargada de atender a víctimas de violencia.
Por otra parte, docentes expresaron su malestar por el silencio de ONG y grupos de acompañamiento, como AMAN y otras organizaciones que en otros casos suelen manifestarse. Aseguran que no hubo mensajes públicos de apoyo ni contacto directo.
La docente reclamó, además, la detención inmediata del segundo sujeto, cuya presencia, actuación y posterior fuga está respaldada por el testimonio de la víctima. “No pudo hacerlo solo. Ese hombre estuvo ahí, me amenazó, lo vi, y después se fugó. Quiero que lo detengan”, dijo.
Entre lágrimas, Vega lamentó no poder acompañar a sus alumnos en el acto de promoción. Sin embargo, aseguró que continuará luchando. “Le agradezco a Dios estar viva para pedir justicia. Que el Gobernador, la Policía y las autoridades reaccionen. Hoy fui yo… pero si hubiera sido un alumno, la historia sería otra”, dijo.
La causa avanza ahora con el foco puesto en identificar, ubicar y detener al segundo motociclista, considerado por la víctima como parte activa del ataque.
