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Un grave y confuso episodio ocurrió el viernes, minutos después de las 14 horas, en el barrio 14 Viviendas, cuando una mujer denunció por acoso reiterado a un efectivo policial que prestaría servicios en la Regional Zona Norte.
Según relató la joven, desde hace tres meses viene siendo hostigada por el uniformado, quien le habría dirigido piropos subidos de tono y gestos obscenos cada vez que la veía en la vía pública.
El episodio que desató la violencia se inició cuando un móvil policial se detuvo frente a la vivienda de la mujer. Al advertir la presencia del patrullero, su esposo salió a observar lo que ocurría, creyendo que se trataba de un siniestro vial. Fue en ese momento cuando, según la denuncia, los policías se dirigieron directamente contra él sin mediar explicación. El hombre intentó regresar a su domicilio, pero los uniformados ingresaron aparentemente a la vivienda sin orden judicial.
Dentro de la casa, siempre según la versión de los denunciantes, el esposo de la mujer fue agredido físicamente. Ella denunció que los golpes se iniciaron con lo que sería un arma reglamentaria —circunstancia que será materia de investigación por las lesiones sufridas— y luego con una cachiporra.
Los gritos y la violencia desatada en el interior de la casa provocaron la inmediata reacción de vecinos, quienes se acercaron al lugar y protagonizaron un fuerte enfrentamiento verbal y físico con los policías. La situación se tornó incontrolable, generando la intervención de más móviles policiales para contener lo que ya era una batalla campal.
La mujer formalizó una denuncia por acoso contra el oficial. La Fiscalía de Género ya tomó intervención en el caso. En paralelo, se inició una investigación sobre el accionar de los efectivos que irrumpieron en el domicilio.
