viernes 20 de septiembre de 2024
Audiencia por el Crimen de Marcelino Pachado 

Definen situación de los acusados

El juez de Control de Garantías Lucas Vaccaroni recibió ayer a los sospechosos del crimen de Marcelino Pachado, ocurrido el 7 de febrero de 2017 en la ribera del río del Valle, detrás del predio del ex Hotel Sussex, en audiencia de control de detención solicitada por la fiscal de instrucción Paola González Pinto. La resolución se conocerá en las próximas horas.

Los sospechosos son Cristian Marcelo Barros (padre), Nery Nelson Barros, Cristian Alejandro Barros, Gustavo Exequiel Varela y un quinto sindicado, Marcelo Exequiel Barros, quien se encuentra detenido en el penal de Miraflores cumpliendo una condena, todos imputados por “homicidio agravado por alevosía”. Los individuos de apellido Barros son familia, padre e hijos.

A la salida de la audiencia, cuya resolución se dará a conocer en las próximas horas, la familia Barros descalificó a la Fiscalía.

"Dicen que encontraron nuevas pruebas pero el hecho ocurrió hace siete años. Yo denuncié que quieren plantar falsas pruebas y entregué videos. Además hice una denuncia con un video. Están diciendo que alguien llevó una mina (mujer) para que se meta en la casa y declare que ella estaba haciendo falso testimonio contra mi familia. Si ellos fuesen culpables, ¿por qué no los detuvieron hace siete años atrás?”.

Aseguraron además que "no hay prueba de nada", destacando que "la sangre que dicen que encontraron en un mantel es de los chanchos que mataron para el bautismo de mi hermano y el cumpleaños de mi papá. Son todos inocentes".

Para finalizar reconoció que su familia conocía a Pachado, quien "vivía a la vuelta de mi casa. Pero nunca se han juntado (con mis familiares). Él pasaba por ahí pero nada más. Vamos a hacer todo lo posible para que salgan en libertad porque ellos son inocentes".

La causa se reactivó hace aproximadamente siete meses con la recepción de testimonios. Efectivamente, los acusados eran vecinos de la víctima, quien, según se informó desde su familia, era discapacitado y cobraba una pensión con la que eventualmente compraba bebidas alcohólicas que consumía con "amigos”.

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