Condena de seis años por comercializar estupefacientes
El fallo del Tribunal Oral Federal fue por unanimidad. Ariel Antonio Aragón fue trasladado de inmediato al Servicio Penitenciario Provincial. Su pareja fue absuelta de culpa y cargo. Un tercer imputado por absuelto por el beneficio de la duda.
Veredicto. Pasado el mediodía, el Tribunal Oral Federal dio a conocer la condena para Aragón.
Por unanimidad, el Tribunal Oral Federal halló culpable a Ariel Antonio Aragón en el delito de “comercialización de estupefacientes” y consecuencia fijó una condena de seis años de prisión. A la vez, ordenó la inmediata detención y traslado al Servicio Penitenciario Provincial, en Capayán. Junto con Aragón, en el banquillo de los acusados se encontraba su pareja –quien debía responder por “tenencia de estupefacientes agravada por el aprovechamiento de un menor de edad”- y otro hombre, quien también había sido imputado por “comercialización de estupefacientes”.
El Tribunal estuvo integrado por los jueces Juan Carlos Reynaga, Enrique Lilljedahl y Federico Bothamley (quien participó a través de videoconferencia). El Ministerio Público Fiscal Federal fue representando por el fiscal Federal Rafael Vehils Ruiz y la fiscal Federal auxiliar María Correa. La defensa es ejercida por el abogado del foro local Pedro Vélez (en representación de Aragón y de su pareja) y por el defensor Oficial Federal Hugo Vizoso, quien asistió al tercer imputado.
En la apertura de esta audiencia, el Ministerio Público Fiscal Federal respondió al planteo de nulidad que la semana pasada había efectuado la defensa de Aragón y de su pareja. El abogado Vélez había planteado que la acusación no era válida, debido a que en audiencia de debate solamente estuvo la fiscal auxiliar Correa. Tras responder al planteo, el Tribunal concedió a los imputados el derecho a ejercer la última palabra.
“Quiero pedir perdón por el daño. Soy el único culpable. Por mi culpa, perdimos a nuestro hijo. Pensé que era la solución. Ahora llevo esta mochila que es muy pesada. Pensé que era lo mejor. Estando encerrado dejé las drogas, por voluntad propia y aprendí un oficio. Me siento un cobarde por haber enviado a mi mujer a buscar esa droga”, expresó.
A su turno, su pareja manifestó “estoy arrepentida por lo sucedido. Jamás vendí droga. Tuve miedo por mis hijos. Mi hijo falleció por una mala decisión. Tengo que vivir con eso. También fue un castigo para mis hijos. No tenía a quién recurrir”.
En tanto que, el tercer acusado pidió “perdón a mi familia. Jamás vendí droga. Me hice daño yo y causé daño a mi familia. Nunca vendí y nunca robé para consumir. Me recuperé y recuperé a mi familia”.
Pasado el mediodía, el Tribunal Oral Federal dio a conocer el veredicto. Por unanimidad, Aragón fue hallado culpable en el delito de “comercialización de estupefacientes” y condenado a la pena de seis años de prisión, más multa económica. También se ordenó su inmediata detención y traslado al Penal. Su pareja fue absuelta de culpa y cargo y el tercer acusado fue absuelto por el beneficio de la duda.