En dos casos, la investigación quedó estancada. En otros tres hechos, los agresores se suicidaron.
Sin justicia. Los crímenes de celeste y de maría permanecen impunes.
Catamarca registra, desde 2013 –con la figura de “femicidio” incorporada al Código Penal Argentino- 26 crímenes contra mujeres. La mitad de éstos fueron calificados legalmente como “femicidios”, pero hubo otros cinco crímenes que quedaron impunes. En dos casos, la investigación arrojó ningún sospechoso, no avanzó y con el paso del tiempo quedó estancada, sin culpables. En otros tres casos, los agresores optaron por suicidarse.
Celeste Judith “Chasqui” Moreno tenía 20 años. Era mamá y cursaba un embarazo de pocas semanas de gestación. Fue asesinada el 4 de octubre de 2013. De acuerdo con la investigación, la joven se prostituía. Esa última tarde debía verse con un cliente en un lugar de la zona norte. “Chasqui” fue asesinada en un descampado en cercanías de la avenida Virgen del Valle norte, en el camino a La Gruta. La golpearon en el rostro y la estrangularon.
Tres días después, María del Valle Condorí, de 35 años, también fue asesinada.
María del Valle Condorí había nacido en Jujuy pero se había instalado en la provincia para dedicarse a la venta de ropa. También era madre de cuatro hijos y era sostén de familia. Su cuerpo apareció en un basural, en inmediaciones del Club Sarmiento, cerca de la avenida Acosta Villafañe. Según se precisó, María estaba semidesnuda, boca abajo y con múltiples golpes en la zona de la cabeza y el rostro. La causa de muerte fue por un fuerte traumatismo de cráneo encefálico que provocó que se broncoaspirara. Para los investigadores, hubo un ataque sexual.
Ambos crímenes no fueron resueltos. De acuerdo con la investigación, en las dos causas hubo alrededor de 30 personas arrestadas en averiguación de los hechos pero no hubo sospechosos ni acusados. En los cuerpos de las víctimas se encontraron rastros de ADN. Las pruebas fueron enviadas al Laboratorio de Genética Forense en Jujuy; se cotejaron 40 muestra de ADN pero no hubo coincidencias.
En relación con el crimen de “Chasqui” surgió un detalle que llamó la atención a los investigadores. Celeste habría sido amenazada de muerte por familiares de Francisco Andrés "Negro La Carpa" Quiroga, quien se encontraba detenido en el Servicio Penitenciario Provincial, con prisión preventiva por el femicidio de María Rita Valdez –al año siguiente fue condenado a prisión perpetua-. "Chasqui" había sido citada a declarar en el marco de la causa y tras su testimonio habría sido amedrentada por familiares de Quiroga.
Autoeliminados
El 5 de septiembre de 2013, Fabiana Aranguez, docente y madre, fue asesinada por Darío Castro. El agresor se acercó a Fabiana, quien estaba en la vereda de su casa, y bajo amenazas obligó a la mujer a ingresar a su automóvil Chevrolet Celta gris. Una hora después, el automóvil fue hallado en un descampado en la zona conocida como la ripiera D'Agostini. Dentro estaba el cuerpo carbonizado en un 60% de Fabiana, quien previamente había sido ultimada con un cuchillo.
Por este hecho, Castro fue imputado por “homicidio criminis causae”. Fue detenido con prisión preventiva en el Servicio Penitenciario Provincial. Cuatro meses después, en enero de 2014, el acusado se suicidó en su celda mientras esperaba fecha para el juicio oral y público.
A finales de diciembre de 2018, Carolina Bazán, una mujer de 36 años, fue asesinada por su ex pareja Domingo Argerio “Pelado” Castaño (57), padre de Esteban Castaño –condenado por el femicidio de Julieta Celina “Cuni” Herrera-. Carolina tenía dos hijos de una relación anterior y compartía domicilio con Castaño padre. Ella ocupaba la parte trasera de una edificación y él vivía con una hija en el sector de adelante.
Según el relato de los vecinos, Carolina y Castaño habían tenido una fuerte discusión. El crimen se consumó en el living de la casa. La causa de muerte fue "asfixia mecánica por estrangulamiento a lazo y traumatismo cráneo facial".
Castaño se dio a la fuga. Su cuerpo apareció horas después a pocos metros de la ruta de enlace que conecta la ruta nacional 38 en El Pantanillo con el Aeropuerto Felipe Varela, sobre la ruta provincial 33.
En febrero de 2022, Vanessa Delgado, una joven mujer de 28 años fue asesinada. Un disparo en la sien culminó con su vida. El crimen sucedió en Andahuala, una localidad ubicada a unos 25 km de la cabecera departamental de Santa María. Su cuerpo fue encontrado en el potrero de una propiedad en donde la mujer trabajaba como cuidadora. Su hija de 12 años había notado su ausencia y preocupada salió a buscarla. Ella encontró su cuerpo, alrededor de las 6 de la mañana. En un primer momento, el principal sospechoso fue su pareja pero, con el correr de las horas, apareció otro sospechoso. Más tarde, personal policial encontró el cuerpo de Martín Lagoria (43) en un barranco. Era el propietario de la finca donde había aparecido el cuerpo de Vanessa. Tras la investigación, se ordenó el cese de arresto contra la pareja de la joven. Las pruebas indicaron que Lagoria fue el autor del crimen.
La vida de estas cinco mujeres fue atravesada por situaciones de violencia que pusieron fin a su vida. A diferencia de otros casos, para ellas no hubo justicia, ya sea porque la investigación quedó trunca o porque sus victimarios se suicidaron. n
Agravante
El 14 de diciembre de 2012 se publicó en el Boletín Oficial la Ley 26791 que reformó el artículo 80 del Código Penal Argentino. De esta manera se incorporó la figura del “femicidio” como un agravante de “homicidio” a través del inciso 11.
Se penaliza a un hombre que mata a una mujer en un contexto de violencia de género. A la vez, en el inciso primero de este mismo artículo, se amplió al catálogo de víctimas y se agregaron las figuras “excónyuge” y a la persona que “mantiene o mantuvo una relación de pareja mediare a no convivencia”.
En ambos casos se estipula la pena máxima, prisión perpetua.
El objetivo de esta modificación fue para criminalizar de modo agravado ciertos homicidios especialmente relacionados con el fenómeno de la violencia de género.
