Buenos Aires
domingo 15 de septiembre de 2024
Country Laguna del Sol
Buenos Aires
El ataque ocurrió el 28 de noviembre, un mes después del crimen del empresario Andrés Blaquier, interceptado por motochorros cuando viajaba por la autopista Panamericana a bordo de su moto BMW y asesinado.
La modalidad fue similar: el profesor de educación física Pablo Avena (41) fue sorprendido por los ladrones y baleado en la cara en la puerta del country Laguna del Sol, ubicado sobre el Corredor Bancalari en la localidad bonaerense de Troncos del Talar, partido de Tigre.
La detención, a cargo de los Grupos Táctico Operativo (GTO) de los Troncos y las comisarías de Tigre, y de la Sub DDI local, ocurrió el jueves pasado en el marco de los allanamientos ordenados por el juzgado de Garantías N°2 de Tigre en la causa que se investiga como “homicidio criminis causa (matar para ocultar otro delito) agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa” en la UFI a cargo del fiscal José Amallo.
Los procedimientos ocurrieron en Madero y Junín, en Villa Hidalgo, partido de San Martín, y allí se logró el arresto del sospechoso de 21 años, al que apodan ‘El Tuerto’, y que, según fuentes del caso, está sindicado como el “autor material del disparo que hirió en el rostro a Avena”.
El sospechoso detenido por el ataque al profesor de educación física fue capturado tras estar más de dos meses prófugo. Y, además de balear a Avena, se investiga su participación en múltiples robos calificados de motos.
Ese 28 de noviembre pasado, los delincuentes le dispararon sin mediar palabra en la zona del maxilar al profesor de educación física y, tras recibir el impacto de bala, la víctima frenó su marcha y descendió del rodado, por lo que los delincuentes aprovecharon para robársela.
“Le volaron la boca y la nariz”, había dicho Karina, una mujer que asistió a la víctima, por ese entonces. El ataque quedó registrado en una cámara de seguridad de la zona en la que se observó cómo, luego de recibir el disparo, Avena se corrió la visera del casco y empezó a tocarse el rostro.
En ese contexto, se observa cómo uno de los asaltantes, que vestía un chaleco refractario amarillo, subió a su moto y se la llevó.