martes 26 de marzo de 2024
la pampa

Se complicó la situación de la pareja del policía envenenado

Tienen un hijo en común y la mujer es víctima de violencia de género.

Por Redacción El Ancasti

En el marco del avance de la causa judicial que investiga el envenamiento del policía de La Pampa, este sábado al mediodía estaba prevista la audiencia de formalización de la acusación contra su pareja, que fue detenida el viernes por la tarde y que podría quedar imputada por intento de homicidio agravado.

A través de plataforma zoom, formalizarán la acusación contra Yanina Coronel de 31 años, por tentativa de homicidio agravado por el vínculo, ya que la mujer habría colocado insecticida en un batido de banana que consumió su pareja, el policía Gabriel Páez Albornoz, que se encuentra en terapia intensiva desde hace cuatro días.

El policía Gabriel Paez Albornoz, se encuentra en estado crítico.

El fiscal Oscar Cazenave ya tiene decidido impulsar la investigación ante la presunción de que la mujer habría incurrido en ese delito, agravado por el artículo 80, inciso 1 y 2 (vínculo y envenenamiento) del Código Penal, por el que podría caberle una pena muy dura de comprobarse la autoría.

El policía sigue en coma en el hospital "Dr. Lucio Molas" después de haber ingerido el tóxico que estaba dentro de una botella donde tenía un batido, que la mujer habría admitido habérselo preparado. 

Según los investigadores, el tóxico que había ingerido es metomil, que se utiliza como insecticida.

La mujer quedó detenida luego que se comprobara que había restos de veneno en la licuadora que ella utilizó para prepararlo. No obstante, esta misma sustancia estaba dentro de la botella de donde el policía consumió el batido. También en la vivienda que comparten había un sobre con restos del tóxico.

Fuentes extraoficiales aseguraran que la mujer era víctima de violencia de género: la relación de la pareja, que tenían un hijo en común, no era buena. Incluso Coronel en reiteradas ocasiones habría querido denunciar a Páez por violencia de género pero "no le daban bola", es por eso que no hay ninguna denuncia radicada. 

El hecho ocurrió el domingo pasado cuando Páez, de 37 años, había llevado la bebida desde su casa en una botella de vidrio. La consumió durante un encuentro con otros colegas del área de Seguridad Rural, dijo que estaba fea y la volcó al piso: un perro bebió de ahí y minutos después murió. Un rato más tarde, fue el policía el que se descompensó y fue trasladado de urgencia al hospital de Toay para luego ser derivado al hospital "Dr. Lucio Molas", donde se encuentra en estado crítico.

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