viernes 29 de marzo de 2024
Quemó el cuerpo en una parrilla

Condenado por matar, descuartizar y quemar a su pareja quedó libre

Cumplió la sentencia que le fijó un Tribunal. Al momento del juicio dijo que al verla muerta "se desesperó".

Por Redacción El Ancasti

Pablo Víctor Cuchán (42), recuperó la libertad tras cumplir su condena. Tenía 25 años cuando quemó a su novia Luciana Moretti (15) en la parrilla de su casa en Ingeniero White, la localidad portuaria cercana a Bahía Blanca. “La vi muerta y me desesperé”, aseguró durante el juicio que terminó en 2007, y fue sentencia do a 18 años de cárcel.

Reconoció que habían estado consumiendo drogas, luego de que la llamara, de madrugada, cuando volvió de bailar, para que fuera con él. Una vez que la vio inconsciente, la incineró, la trozó y repartió sus restos en bolsas, que esparció por varios lugares del pueblo aunque algunos nunca aparecieron.

En 2008, la Cámara de Casación de la provincia de Buenos Aires redujo su condena a 17 años de cárcel. Por su buena conducta en las cárceles donde estuvo preso y la falta de firmeza del fallo, logró recuperar la libertad en abril de 2016. “Mi deuda ya la pagué”, dijo al salir, sonriente, de la Unidad Penal 19 de Saavedra.

Se radicó en Monte Hermoso, donde fue escrachado y declarado persona no grata por el Concejo Deliberante del balneario, donde protagonizó uno de los episodios que, más tarde, lo haría retornar a la cárcel. Persiguió con un auto, encerró y amenazó a otra ex novia, que iba con su nueva pareja.

La secuencia final quedó registrada por una de las cámaras de seguridad ubicada en pleno centro del balneario montehermoseño. Al mismo tiempo que la Corte Suprema de Justicia de la provincia confirmaba la pena a 17 años de prisión, en abril de 2019, Cuchán chocaba el auto de su padre contra un árbol en Bahía Blanca. Además de negarse a los controles de alcoholemia y de consumo de drogas, intentó sobornar a los agentes que lo interceptaron. El Tribunal Criminal 1 bahiense, que lo había condenado en 2007, consideró que había violado las condiciones de su libertad y ordenó su recaptura.

Fue por pedido de Antonella, la hermana menor de Luciana, quien sucedió a su padre en la tarea de vigilar que Cuchán cumpliera la totalidad de su condena en la cárcel. Hasta su fallecimiento en 2015, Julio Moretti desarrolló una tarea incansable con el fin de que el femicida de su hija pagara por el crimen.

A fines de abril de 2019, el femicida volvió al penal de Saavedra, del cual salió este domingo, en las primeras horas de la tarde, tras extinguirse los 17 años de pena. Semanas antes, al confirmar la negativa a la libertad condicional, Casación había ratificado que los informes psiquiátricos desaconsejan su reinserción en la sociedad.

“El régimen y tratamiento penitenciario impartido no ha alcanzado aún los objetivos perseguidos en procura de evitar que aquel que ha delinquido vuelva a hacerlo y así brindar la protección a los bienes jurídicos de la comunidad”, sostuvo el tribunal. Enfatizó su "ausencia de autocrítica y responsabilidad" sobre el crimen y destaca sus rasgos “narcisistas y de omnipotencia”.

A diferencia de 2016, la salida definitiva de Cuchán de la cárcel fue sin testigos ni cámaras que registraran el momento. Allegados a su familia evitaron confirmar si seguirá viviendo en Bahía Blanca o volverá a Monte Hermoso.

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