“Mi hermana sigue igual, no mejoró ni empeoró, sigue igual como ayer y no tiene muchas posibilidades de vida. Es lo que nos dijeron los médicos, porque el fuego entró por su garganta y le quemó todos los órganos respiratorios”, señaló una hermana de María Rivero, la mujer que ayer tomó la decisión de rociarse el pecho con alcohol y prenderse fuego con un encendedor en inmediaciones del ministerio de Desarrollo Social.
“Está luchando por su vida en una cama, postrada, y lo que más me duele es que haya llegado a esto y que hoy el ministro pueda ofrecer algo más”, en referencia a los módulos alimentarios para el comedor Gauchito Gil, del norte de la Capital.
“Ellos lo pudieron evitar, pueden evitar ayudando a la gente y no lo hacen. Esperan que pase algo para recién poder ayudar. Por qué hoy pueden ir a la casa de mi hermana el ministro, siendo que antes no fue escuchada, e daban la mitad de las cosas y no como tenía que ser”, narró en una nota con Radio Ancasti.
“Tenía muchísimo chicos, jóvenes, grandes, chicos con adicciones, y esto lo pasa muchísima gente, no solamente el comedor de mi hermana. Son muchos comedores que necesitan, y ellos se lavaron las manos en todo”.
Dijo además que tiene pensado radicar denuncias penales, y repitió que “ella está dormida, con un tubo de oxigeno, luchando entre la vida y la muerte rogando a Dios que pueda vivir”.
“No la ayudaron antes. Por qué ella tuvo que venir a casa de Gobierno a encadenarse, por qué los medios hablan que mi hermana está loca, ella no es loca (sic), lo hizo consciente, y lo hizo para que escuchen que está luchando para darle un plato de comida a la gente. Fue y la buscó a María Argerich (la secretaria de Inclusión y Economía Popular) porque la había bloqueado a mi hermana por un reclamo que le hizo porque las cosas estaban llegando de menos”, relató.
Por último pidió que las personas “recen para que pueda sobrevivir de esto”.