El cantante de ópera Plácido Domingo se ha visto envuelto en una polémica ayer después de que varias mujeres del mundo de la ópera lo acusaran de acoso sexual. Las demandantes alegan que Domingo las presionaba a entablar relaciones sexuales y que las “castigaba” en su ámbito laboral cuando se sentía rechazado.
Un total de ocho cantantes y una bailarina han confesado que fueron acosadas sexualmente por la superestrella en encuentros que tuvieron lugar a lo largo de tres décadas a partir de finales de los 80. Una de ellas explica que Domingo pasó su mano por debajo de la falda y otras tres han confesado que las besó sin consentimiento alguno. “Supuestamente se trataba de una comida de negocios. Pero es extraño cuando alguien pone su mano sobre tu rodilla en un encuentro así. Siempre te tocaba de alguna manera y te intentaba besar”, ha remarcado una de ellas.
Además de estas nueve demandantes, otra docena de mujeres ha reconocido las “obvias sugerencias” de Placido Domingo, que “resultaban de lo más incómodas”. Así, una cantante explicaba que la invitó a salir varias veces después de contratarla para que cantara una serie de conciertos con él en la década de los 90. Además, entre 35 cantantes, bailarines, músicos de orquesta, miembros del personal de backstage, profesores de voz y un administrador dijeron haber presenciado un comportamiento inapropiado de Domingo.
Siete de las nueve denunciantes han reconocido que sienten que sus carreras se vieron negativamente afectadas tras rechazar las propuestas de Domingo. Algunas incluso creen que los roles que les prometió nunca se concretaron. Todas han querido mantener el anonimato excepto una, Patricia Wulf, una mezzo soprano que cantaba con Domingo en la Ópera de Washington. Las otras aseguran que todavía trabajan en el mundillo y que temen represalias, no sólo laborales sino también humillaciones públicas.