domingo 24 de marzo de 2024
está internado en el hospital del penal de Ezeiza

Eguillor tuvo una “recaída en su hostilidad”

Por Redacción El Ancasti

BUENOS AIRES- Rodrigo Eguillor aprendió a calmarse en la cárcel. No le resultó sencillo. Había empezado un tanto díscolo en el penal de Marcos Paz, donde fue destinado al Programa de Ofensores Sexuales, en el pabellón que ocupan detenidos acusados de abuso de menores de alto perfil como Christian Aldana, el líder de El Otro Yo, o el ex futbolista Jonathan Fabbro. “No me toques”, les decía a los penitenciarios, se negaba hasta a una simple pericia médica, mientras trataban sus síntomas de abstinencia. Llegó a pelearse con otros internos, apenas intentos, cruces de arañazos en vez de golpes de puño, dice alguien que sigue de cerca su encierro. Luego se deprimió, perdió ánimo, algo común en quienes llegan a la cárcel por primera vez.

Su hostilidad fluctuó con el tiempo. A comienzos de este año, luego que una sala de turno en feria de la Cámara Criminal y Correccional integrada por los jueces Eugenio Sarrabayrousse, Horacio Días y Daniel Morín se negara a conceder un recurso de casación para excarcelarlo, Eguillor montó una escena insólita y rompió un inodoro.

"Lo rompí yo, y no pienso limpiar nada de acá, eso lo van a hacer ustedes”, le dijo según documentos judiciales al penitenciario que miraba sorprendido el charco de agua sucia en la celda. Un jefe del penal lo denunció por daños en el Juzgado Federal Nº 2 de San Martín, la Sala I de la Cámara de la jurisdicción reguló un embargo de $50.000.

Hoy, confirman fuentes cercanas a su encierro, Eguillor se encuentra en un estado de “observación psiquiátrica” en el Hospital Penitenciario de la cárcel de Ezeiza, adonde fue trasladado meses atrás a una nueva celda individual en el Módulo 1. Fue enviado al Hospital hace una semana, luego de evaluaciones de especialistas que notaron “una recaída en su hostilidad”, un giro agresivo en sus comportamientos usuales, sin puntualizar en un episodio en particular, lo que determinó que debía salir de su celda para ser observado en patrones penitenciarios más estrictos.

Así, Eguillor se encuentra bajo tratamiento con controles de enfermería. “Responde bien”, asegura una fuente, sin nuevos episodios ni exabruptos. Se estima que volverá a su celda en algún punto de la semana próxima. “Su problema no es psiquiátrico. No reúne las condiciones patológicas para ser un paciente de ese tipo”, apunta una voz cercana a su encierro: “Su problema es su personalidad”.

Esta semana, Eguillor sufrió otro fuerte revés en Tribunales. A través de su defensa, el acusado de violar a una joven en noviembre de 2018 en San Telmo y luego privarla de su libertad solicitó ser enviado a la clínica psiquiátrica privada Santa Rosa en Almagro, según publicó el sitio oficial Fiscales.gob.ar. También pidió la intervención de un juez Civil. El Tribunal Oral Nº 10 que se encargará de juzgarlo le negó la posibilidad, con una decisión firmada por el juez Alejandro Noceti Achaval en sintonía con lo pedido por el fiscal Oscar Ciruzzi.

La causa por el ataque en San Telmo no es la única en contra del joven que decía ser relacionista público y se exhibía con discursos en Instagram. Fue elevado a juicio en otra causa hoy radicada en el Tribunal Oral Nº 9 por un hecho ocurrido en 2016 calificado como abuso sexual simple.

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