domingo 15 de junio de 2025
En la Cámara Penal de primera nominación

Se comenzó a juzgar a un padre por haber abusado de su hija de cinco años

Su propia madre, abuela de la niña, lo denunció en febrero de 2016. Desde diciembre está en el Penal.

Por Redacción El Ancasti

Él cuidaba a sus hijas, pues su pareja, la madre de las nenas, había formado otra familia. Desde entonces, vivían en la casa de la abuela paterna de las niñas. Sin embargo, nadie se imaginaba lo que sucedía a puertas cerradas, cuando el padre las debía cuidar. Lejos de los ojos de la abuela, cuando ella no estaba o se dedicaba a los quehaceres domésticos, M. aprovechaba la inocencia de su hija más pequeña. El cariño y la desprotección paternal era la fachada para encubrir un abuso que se prolongó por un tiempo.

A puertas cerradas, se inició un debate por abuso sexual en la Cámara Penal de Primera Nominación. El caso tiene como único acusado a M., quien debe responder por el delito de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo continuado”.

M. está sentado en el banquillo de los acusados frente a los camaristas Fernando Esteban, Carlos Roselló y Fabricio Gershani Quesada porque su propia madre lo denunció. M. cuidaba de las dos niñas (de cinco y siete años, por entonces) pero, de acuerdo con la investigación –que estuvo a cargo del fiscal de instrucción Miguel Mauvecín-, solo abusó de la más pequeña. La niña le había contado a su abuela, quien luego dio aviso a las autoridades.

Los abusos se habrían perpetrado entre noviembre de 2015 y febrero de 2016. El imputado está privado de la libertad desde el 29 de diciembre. En la primera jornada, M. se abstuvo de declarar. El debate continúa hoy. Está previsto que declaren seis testigos de la defensa.

De acuerdo con lo estipulado en el Código Penal Argentino, la calificación de “abuso sexual” que se le imputó a M. tiene una escala que abarca de 8 a 20 años de prisión.

Según trascendió de la investigación, las niñas vivían solo con el padre y la abuela paterna. La madre se encuentra en otra provincia, donde formó otra familia. Había dejado a sus hijas al cuidado del padre y de su abuela. La misma abuela fue quien notó un comportamiento extraño en su nietita más pequeña. La niña le contó que sentía molestias en su zona íntima. “¿Qué te sucedió?”, preguntó la abuela y la nena le respondió que su padre la tocaba con insistencia cada vez que la bañaba. Descubierta esta situación, la mujer realizó la denuncia contra su propio hijo.

CASTIGO

De acuerdo con lo estipulado en el Código Penal Argentino, la calificación de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo continuado” tiene una escala que abarca de 8 a 20 años de prisión.

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