En la jornada, que inició, pasada las 9.30 en la Cámara
Penal Nº1, declararon cuatro testigos solicitados por el Ministerio Público.
Eliana Raquel Burchakchi, hija del médico, Georgina del Valle Bazán de
Burchakchi, viuda, Clara Elvira Cardozo, empleada domestica en la casa de la víctima y el hijastro Jorge Maximiliano Carrizo.
La declaración de la viuda del médico y la empleada
fueron las sobresalientes. Es que ambas confirmaron que la víctima y la
imputada mantenían una relación. En tanto, que todos los testigos coincidieron
en señalar que Burchakchi era extremadamente cuidadoso en cuanto a su seguridad
y que varios de los electrodomésticos que les fueron robados de la casa le
pertenecían. Habían sido comprados meses atrás para acondicionar la vivienda.
"Ése día (el 7 de abril) me avisaron por teléfono que mi
papá no había ido a trabajar. Después me dirijo a la casa porque me dicen que
el portón estaba abierto. Entre y encontré a mi padre en el baño. Tenía un
cuchillo clavado en el cuello”, señaló la joven quien al momento de empezar su
testimonio no pudo contener las lágrimas.
"Mi papá era muy cuidadoso con la seguridad, la puerta
estaba cerrada siempre. Era muy ordenado y cuidadoso”, contó.
En tanto, señaló que conocía a Sofía Beltramello como una
empleada de Medical Group. Sobre si conocía que su padre tenía una relación con la imputada, dijo que "una vez
la empleada le había contado de algo con respecto a una relación, pero como él era muy reservado nunca se lo consultó".
Georgina del Valle
Bazán de Burchakchi (viuda)
"Me enteré de lo ocurrió alrededor de las 19 cuando me
llamó mi hijo diciéndome que lo habían encontrado muerto. Después por un
antecedente, algo que ocurrió yo pensé en Sofía Beltramello”, señalo.
"Mi esposo tenía una debilidad, le gustaban mucho las
mujeres, y yo sabía de la existencia de esta chica (de Sofia Beltramello)”.
Contó que una vez Burchakchi le confesó que él se
encontraba con Sofía Beltramello cuando de repente apareció algún novio de la
joven y le hizo una escena de celos. "Él (por Burchakchi) había quedado
preocupado de eso y me lo contó porque yo se lo insistí”, relato la mujer al
tribunal.
En otro tramo del testimonio, Bazán señaló que una vez
llegó a la casa de su esposo y encontró a la joven Beltramello en el lugar. "Me
hizo pasar malos ratos”, señaló.
Clara Elvira
Cardozo (empleada doméstica)
La mujer contó que si conocía a los imputados. A
Beltramello en la casa de la víctima y además de las veces que limpió la casa
de ésta por pedido del médico.
"Yo limpiaba la casa del doctor y una vez vi a la chica
(Sofía) cuando se iba y otra vez fui a su casa que queda detrás del hospital
San Juan Bautista a limpiarla y los vi a los dos (a los imputados)”, contó.
Señaló, además, que Burchakchi era muy cuidadoso con la
seguridad de su casa. "Tenía una pistola en el placard y un hacha en la orilla
de la cama”,
Sergio Maximiliano
Carrizo (hijastro)
De los imputados dijo que solo conocía a Sofía ya que
fueron compañeros de escuela en Tercer grado. Que si bien su padre no le había
contado nada con respecto a su relación con la joven, sabía algo por lo que se
decía.
Contó que asesoró a Burchakchi para que realizara la
denuncia por unas recetas que habían sido falsificadas con su firma. Esa denuncia
se hizo contra autores desconocidos aunque se sospechaba que Beltramello podría
haber sido la autora del robo de los sellos al médico.
El debate paso a un cuarto intermedio hasta el miércoles.
Los imputados
Marco y Sofía Beltramello están imputados de
"homicidio doblemente calificado por ser cometido con alevosía y por
criminis causae" y "robo agravado". Por su parte, Alexis Roldán
está imputado por "encubrimiento agravado".
El asesinato de Burchakchi ocurrió el 7 de abril de 2015
en su casa ubicada en la calle Bernabé Correa, en el barrio Judicial. Sofía
- quien conocía al médico- fue hasta la casa junto a su primo Marco,
supuestamente para reclamarle la entrega de una serie de electrodomésticos y
otros elementos que eran de su propiedad. Tras una acalorada discusión,
los jóvenes comenzaron a agredirlo a golpes de puño hasta que finalmente le
asestaron un puntazo en la garganta. El hombre de 76 años quedó en el baño de
su casa y los sospechosos se marcharon en su automóvil y robaron una notebook,
un split y otros artefactos electrónicos.