El juez de la Cámara en lo Criminal de Segunda nominación, Rodolfo Bustamante, condenó ayer a Nelson Solórzano a un año de prisión tras encontrarlo culpable de robar a una joven en 2012.
Nelson estaba imputado en este hecho junto a su hermano Marcelo, pero él fue absuelto. El joven tenía una condena de 5 años por el caso de tortura seguida de muerte de Leandro Centeno y ahora se lo declaró reincidente.
Según la instrucción, el robo se habría producido el 13 de agosto de 2012. En aquel momento, Nelson y Marcelo habrían atacado a una jovencita que caminaba por la plaza ubicada sobre Avenida Los Terebintos, en el norte de la ciudad, y le quitaron la cartera que en su interior contenía solo 35 pesos.
La víctima declaró durante el debate y si bien no pudo reconocer a los sospechosos, sí lo hizo con la motocicleta que conducían. Según se supo, la jovencita habría indicado a los policías este detalle y es por esto que ellos habrían ido a buscar a los hermanos a su casa. Cuando llegaron, el padre de ambos, apañando lo que hacían, los insultó y amenazó.
Durante los alegatos el fiscal de Cámara, Víctor Gustavo Bergesio, sostuvo la acusación contra ambos y pidió la pena de 1 año y 6 meses de prisión. Finalmente, tras un breve cuarto intermedio, el juez Bustamante decidió absolver a Marcelo, que sería quien habría manejado el rodado, pero condenar a Nelson, que fue quien le quitó de manera violenta la cartera a la joven.
Además, lo declaró reincidente, por lo que deberá purgar la pena sin la posibilidad de obtener beneficios.
Antecedentes
Nelson Solórzano fue condenado a la pena de 5 años de prisión como partícipe secundario del secuestro, tortura y muerte del joven Leandro Centeno, sucedido aproximadamente un mes después de que él cometiera este robo, en septiembre de 2012.
Centeno falleció luego de ser secuestrado por los hermanos Facundo y Diego Delgadino y también Solórzano el 9 de septiembre de 2012. Al parecer, el adolescente le habría robado una moto a Facundo y le pedía rescate.
No obstante, los jóvenes decidieron lo peor y de manera aberrante no solo secuestraron a Centeno, sino que lo torturaron con golpes, cortes, amenazas y lo estrangularon luego con el cable de frenos de una motocicleta, hasta que falleció. Posteriormente lo habrían envuelto en una vieja pileta de lona y escondido en un montículo de arena situado en su propio domicilio, al que regaban de vez en cuando para evitar que el cuerpo entrara rápidamente en descomposición y así lograr tiempo para poder llevarlo a otra parte. Los hermanos Delgadino recibieron la pena de prisión perpetua por este hecho en 2014, tras un juicio concretado en la sala de audiencias de la Cámara en lo Criminal de Primera Nominación.
