La Justicia se encuentra abocada a la investigación de una supuesta conexión entre guardiacárceles e internos del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), los cuales habrían sido advertidos de requisas para detectar estupefacientes, entre otros arreglos.
El caso es investigado por el fiscal de instrucción N° 5 Juan Pablo Morales, quien recibió por parte de la dirección del SPP un teléfono celular el cual contendría los mensajes o registros en los que agentes del Penal avisaban a los reclusos de los controles para detectar si había drogas en los pabellones. Esta situación, entre otras irregularidades, habían sido detectadas por jefes que pusieron en conocimiento de lo ocurrido al director del Servicio Penitenciario, Daniel Romero, quien puso a disposición de la Justicia los elementos secuestrados.
Droga en el Penal
En principios de marzo salió a la luz el hallazgo de droga en una celda perteneciente al interno Alexis Roldán, quien estuviera imputado por el crimen del médico Ignacio Burchakchi y que cumple una pena por transporte de estupefacientes con fines de comercialización.
En ese entonces se encontró un "ladrillo" de marihuana y teléfonos celulares, los cuales fueron secuestrados y puestos a disposición de la Justicia Federal. Drogas Peligrosas confirmó que la marihuana incautada ascendía a 150 gramos.
En ese entonces la fiscalía Federal quedó a cargo de la investigación y se deslizó la versión de que existió un "comercio interno" de estupefacientes en el Penal.
Tras conocerse este procedimiento desde al Secretaría de Seguridad se anunció que se iba a gestionar un scanner detector de drogas para ser instalado en el Penal.
En ese sentido se deslizó que se realizaría una investigación interna para determinar si es que el personal del Penal habría estado vinculado con el ingreso de estupefacientes.
