Una joven denunció que un cuidacoches rayó su vehículo el fin de semana pasado en la salida de un pub ubicado en la zona alta de la ciudad Capital.
Una joven abogada de apellido Segura denunció el sábado a la madrugada, a la salida de un pub ubicado en Avenida Sánchez Oviedo, que su vehículo (Volkswagen Gol) se encontraba rayado de un extremo a otro, aparentemente con un elemento contundente.
La damnificada atribuyó el hecho a los cuidacoches que se encontraban en la calle General Díaz entre Sánchez Oviedo y Buenos Aires, a quienes no les abonó al descender del auto "por falta de cambio”.
"Cuando me bajé del auto no tenía cambio para darles y les dije que luego les iba a dar, pero más tarde cuando regreso a buscarlo me doy con que mi auto estaba rayado de punta a punta y sé que fue el cuidacoches que estaba en esa cuadra porque la misma compañera de él lo confesó”, manifestó la joven.
Al mismo tiempo, Segura agregó que llamó a la Policía, pero ésta no actuó.
"Llamé a la Policía porque además tenía miedo, pero no hicieron nada; de todas maneras haré la denuncia, pero me parece que esta gente no puede ser la dueña de la calle y si no se le paga te dañan el auto”, confesó al corresponsal de este diario, en el departamento Valle Viejo.
Cada vez son más las quejas que apuntan a la mala conducta de los "trapitos”, niños y adolescentes que trabajan en la calle pidiendo monedas.
Conductores los acusan de rayar los autos y faltar el respeto cuando no consiguen dinero.
Los cuidacoches se ubican en sitios cercanos a bares, restaurantes, supermercados, canchas de fútbol o boliches bailables, donde hay una gran aglomeración de automóviles.
Allí, niños y adolescentes cotidianamente gritan a los automovilistas que están por estacionar "acá hay un lugar” o "¿le cuido el auto?”, y si no es compensado como pretende, en algunos casos sucede lo narrado por Segura.
