En los últimos años, la extensión del calendario escolar fue resistida desde el sector turístico. En 2016 las clases empezaron en febrero (el 29), al igual que en 2012 y 2013, mientras que en 2014 y 2015, la fecha definida por los ministros de Educación de todo el país tuvo que postergarse de febrero a marzo por el rechazo de los empresarios hoteleros y gastronómicos.
"Según estudios de Unesco, nuestro país posee uno de los calendarios escolares más cortos del mundo. A nivel regional, en lo que refiere a tiempo de exposición de los niños a contenidos áulicos, la Argentina ocupa el último lugar entre los países medidos: Chile, Jamaica, México, Paraguay, Perú y Uruguay", sostiene el proyecto aprobado este mes en Diputados, con apoyo unánime de las fuerzas políticas.
En la región,, Brasil y México establecieron un mínimo de 200 días de clase. Otros países, como España, tienen 175 días, pero ese menor tiempo se compensa por un sistema de doble jornada.
Hay ciertos especialistas sostienen que más días de clase no garantizan mayores aprendizajes de los alumnos. Mientras que otros, como Alieto Guadagni, aseguran que un calendario escolar corto afecta negativamente el proceso de aprendizaje.
"Nuestro calendario de 720 horas anuales no solo es escaso, sino que tampoco se cumple, y ese incumplimiento afecta sobre todo a los chicos pobres que acuden a escuelas estatales", afirma Guadagni.