jueves 17 de abril de 2025
En el Tedéum por el 25 de mayo

La Iglesia pidió trabajar contra la pobreza, la corrupción y el narcotráfico

El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, hizo el llamado ante el presidente Macri. En las iglesias del país el mensaje se replicó hacia la clase política.

Por Redacción El Ancasti
A través de las ceremonias religiosas en conmemoración del 25 de Mayo, obispos de distintos puntos del país hicieron ayer un llamado a la dirigencia política y a la sociedad para trabajar contra la pobreza, la corrupción y el narcotráfico.

El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, quien encabezó el tedeum en la Catedral Metropolitana del que participó el presidente Mauricio Macri, convocó a "no perder la sensibilidad y redoblar el esfuerzo y servicio por los más pobres", mensaje que se repitió en las ceremonias religiosas del resto del país.

"Danos coraje para crear espacio y mesas donde podamos compartir la sabiduría del diálogo, donde las ideas superen las ideologías. Que nadie se levante hasta encontrar acuerdos duraderos", pidió Poli.

Por su parte, el obispo de Gualeguaychú y presidente de la comisión episcopal de Pastoral Social, Jorge Lozano, consideró que "naturalizar la pobreza, no tener decisiones firmes para cuidar el ambiente, ser tolerantes con la corrupción y aceptar pasivamente la injusticia" no permite "plasmar ideales nobles" en la sociedad.

En el tedeum celebrado en esa ciudad entrerriana, Lozano afirmó que "la entrega generosa en la búsqueda del bien común, la dedicación al trabajo, el amor en la familia, el cuidado de los más frágiles, la solidaridad con los pobres, la vida de oración, son los senderos que llevan a construir juntos una comunidad municipal, provincial, nacional y regional, que haga pensar en grande y obrar en consecuencia".

El presidente de la Pastoral Social resaltó: "Oímos cuando percibimos sonidos, pero escuchar implica prestar atención a otro. Tenemos que escuchar tanto el clamor de los de la tierra como el clamor de los pobres, nos decía el Papa Francisco. Para ver alcanza con tener los ojos abiertos; para mirar hace falta prestar atención a otros".

El obispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), José María Arancedo, subrayó que "la invocación religiosa es también un llamado a la responsabilidad cívica, porque Dios no sustituye al hombre, sino que cuenta con él".

Arancedo encabezó el tedeum por el 25 de Mayo en la Catedral de Santa Fe y evaluó que la pobreza "no es un tema sólo económico", sino que "tiene raíces morales en el hombre que es el que crea estructuras injustas".

"La vigencia moral y jurídica de los valores es la mejor garantía de una sociedad libre y justa. Es por ello que las conductas de una comunidad siempre necesitan de docencia y ejemplaridad en todos sus niveles, como de una justicia independiente que las acompañe", recalcó el prelado, ante el gobernador santafesino Miguel Lifschitz.

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