"Es un verso que los CEOs pueden administrar un país”
El ex presidente uruguayo sostuvo que, para volver al Gobierno, los partidos nacionales y populares no deben esperar “un regalo del cielo” sino “comprometer a la gente y organizarla”.
En una charla que brindó ayer en la sede del Partido Justicialista, José "Pepe” Mujica, se definió como "el hincha político número uno del Papa”, criticó "el verso de que los grandes CEOs pueden administrar un país” y sostuvo que, para volver al Gobierno, los partidos nacionales y populares no deben esperar "un regalo del cielo” sino "comprometer a la gente y organizarla”.
Como de costumbre, Mujica habló de "una profunda crisis civilizatoria”, producto de la economía de mercado que, dijo, "no deja ser felices” a los ciudadanos. En ese marco, aventuró "un cambio fenomenal en el mundo del trabajo”, en sintonía con lo que expresa Francisco cada vez que recibe a los movimientos sociales.
"El reemplazo de la mano de obra humana por robots es trágico, es el drama que se nos viene encima, y va a despertar tanto epopeyas sociales como un problema para los propios capitalistas, porque los robots no consumen”, dijo.
En el tramo destinado a la realidad argentina, el ex mandatario uruguayo le apuntó a "los que dicen que administrar el país es como administrar una empresa: de acá”, dijo y cruzó los brazos, despertando uno de los aplausos más prolongados de la tarde. "Pobre de los países que no cultivan la independencia en el conocimiento técnico, están condenados a pagar tributo por la ciencia”, dijo en relación a los ajustes en la materia en el país, y pidió "terminar con el verso de los gerentes que gobiernan mejor”.
Mujica fue invitado a disertar en el marco de una actividad organizada por el Instituto de Formación y Capacitación Política del PJ nacional, bajo el lema "Unidad para la Patria Grande. Unidad para la justicia social”. En sintonía con la apelación a "la actualización de la doctrina peronista” que reinó en los discursos de presentación, Mujica pidió no enfrentar esos "problemas nuevos” que describió "con herramientas viejas”.
En una autocrítica de los procesos progresistas de la región, aseguró que "no alcanza con el crecimiento de la economía y la distribución de la riqueza” y que "hay que prepararse para una batalla cultural contra el sistema”. "Volver no va a ser un regalo del cielo. Hace falta comprometer a las masas y organizarlas”, propuso.